Con números de campeón que le han acompañado toda la vida, el tenista Rafa Nadal pretende seguir sumando historia y títulos a su currículum hasta que cuelgue la raqueta.
En Planeta Real Madrid aprovechamos sus últimas intervenciones, con el capítulo de acusaciones de ese periodista que le acusaba de tener un trato de favor por parte de los árbitros, para analizar sus éxitos sobre una cancha de tenis y demostrar que nada de eso es verdad.
A sus 35 años ha sido campeón de 20 torneos Grand Slam. Roland Garros, Wimbledon, Open de Australia o el Abierto de Estados Unidos lucen en su palmarés. El balear ha ido condecorándose con medallas a un nivel estratosférico.
Nadie pone en duda su rendimiento y como buen madridista nunca tira toalla por nada ni por nadie. Lleva a su rival al límite y su garra es la que le mantiene en vilo durante todo el partido.
Las manía y retos de Rafa Nadal
Con aspiración a ser un gran futbolista, el tenis le acabó atrapando de forma abrumadora y empezó a vivir de ello como un auténtico reto. Reconocido por sus golpes de derecha y revés, los gritos y el sufrimiento del isleño ya son habituales en cualquier pista que juegue.
Como las manías de Modric antes de salir a un terreno de juego, el tenista también cuenta con las suyas propias.
Ese estiramiento de pantalón, la colocación de la camiseta repasando sus hombros: primero el izquierdo y luego el diestro, baja por la nariz, la oreja colocándose el pelo y después la derecha, para acabar golpeando la pelota, habiéndola botado previamente hasta tres veces.
Pero al igual que tiene estas, tiene muchas otras como las de ordenar las botellas con un mismo orden. Siempre justo al lado de la silla donde descansa: primero las botellas de bebida energética, con la marca en dirección a la pista y lo mismo hace después con las de agua.
Un tenista con mucho criterio. Socio de Honor del Real Madrid es un emblema en su profesión y en todo lo que hace. De corazón noble, honrado y solidario siempre procura ser lo más elegante y educado posible en la pista que le toque jugar y contra el rival pertinente que sea.
Rafa Nadal no tiene techo
Su edad no es ningún impedimento para él. Emocionado tras varios años de casado con su pareja Xisca Perelló, se mantiene relajado y no piensa en lo que cualquier ser humano estaría considerando: esa retirada que pusiera punto y final a su trayectoria.
Él mismo, que tantas veces ha confesado su deseo de ser padre, parece no tener prisa en eso de la paternidad. Así que ese Rafa Nadal Jr, tendrá que esperar.
Por ahora solo queda disfrutar de su juego y espectáculo que ofrece a cada rato que puede. Inspirado también en la figura madridista, es sinónimo de perseverancia y ejemplo para cualquier deportista que quiera triunfar. El Real Madrid y Rafa Nadal van de la mano.