Si hay algún deporte que no se ha detenido en el mundo, ha sido la NBA. Posiblemente sea el mejor regalo para algunos ya que están siendo invitados a grandes espectáculos en la cancha de baloncesto. Con Toni Kroos mediante, hemos asistido a uno de los grandes partidos para cerrar el año.
Los Mavericks de Luka Doncic volvían al escenario y estos solo podían ilusionar a su público. Un partido vibrante ante Los Ángeles Lakers, que terminó con victoria para el equipo del esloveno por 124 a 115.
El éxito del madridista que triunfa en la NBA
No fueron pocos los que lo vieron y es que hasta los madridistas del primer equipo de fútbol, se dieron cuenta de tal barbaridad que estaba sucediendo. Toni Kroos alucinaba y de qué manera ante el talento del exmadridista. Anoche fuimos testigos de una de las grandes remontadas de todos los tiempos.
Alejados de todo el ruido del fútbol, el baloncesto triunfa en Estados Unidos. Allí, la cultura de este deporte es considerada como una auténtica tradición y se ha estilado a las mil maravillas. Aunque también hay espacio para el Real Madrid.
La familiarización con el baloncesto y Doncic
En la conocida “liga de las estrellas”, juega la promesa que ilusionó a todo el Palacio de los Deportes con una facilidad abrumadora: Luka Doncic se encargó personalmente de enamorar a todos los aficionados blancos. Este salía ovacionado en cada partido y el camino hacia el éxito no se hacía esperar.
Son varios los futbolistas del primer equipo que están enganchados al baloncesto. De hecho, hace un tiempo, ya contamos en este medio la rivalidad que había entre Kroos, Hazard o Tchouameni.
No se equivocan cuando dicen que el baloncesto es muy entrentenido. Todo lo que saben hacer con los pies, los otros lo hacen con la manos y viceversa.