Aurélien Tchouaméni y su hermano Yannis tienes muchas cosas en común, entre la que destaca su amor por el deporte. Y es que si bien al futbolista del Real Madrid se le ha podido ver practicando otros deportes, su hermano también se parece mucho en esto. Y es que Yannis es un apasionado del baloncesto, algo que ha llevado al aspecto profesional y ya goza de ficha con un equipo de Canadá, el próximo paso podría ser el Real Madrid.
Si bien se ha podido ver en muchas ocasiones a Aurélien Tchouameni en el parqué de los pabellones más populares de la NBA como espectador es porque su familia lleva el baloncesto en la sangre. Y como no podía ser de otra forma su hermano también. Aunque Yannis se lo ha llevado a lo más profesional y este año acaba de cruzar el charco para probar suerte en la liga canadiense, un sitio con mucha influencia y grandes centros de entrenamiento donde poder desarrollar todo su potencial.
Ahora los focos se los tendrá que repartir entre hermano pues no solo hay una estrella del deporte en la familia. Aunque Aurélien le lleva bastante terreno ganado a Yannis que acaba de comenzar su carrera de forma profesional. Quien sabe si en un futuro el actual centrocampista del Real Madrid podría hacer de puente para traer a su hermano a la capital de España donde seguir su carrera con la sección de baloncesto del club merengue.
De momento, parece algo improbable pues los objetivos de la dirección deportiva del Real Madrid de Baloncesto apuntan a otros horizontes, aunque no de descarta su incorporación de cara a futuro. No sería la primera vez que ocurre algo parecido en la casa blanca. Ya se ha podido ver en alguna ocasión cómo dos hermanos han coincidido en el Real Madrid, uno en la sección de fútbol y el otro en la de baloncesto.
Los hermanos Llorente ya saben lo que es triunfar en el baloncesto y en el fútbol. Ahora es el momento de los hermanos Tchouaméni que tienen aún muchos años por delante para conseguir la hazaña. De hecho, el que mejor camino lleva evidentemente es Aurélien que este mismo verano abandonó al Mónaco para llegar a la capital de España para empeñarse en la sala de máquinas de club merengue.
Y es que si bien la salida de Carlos Henrique Casemiro al Manchester United generó serias dudas de cómo quedaría el tridente del centro del campo, el joven mediocentro no ha tardado mucho en disiparlas. Su rendimiento va de menos a más y parece que aún su techo queda lejos pues en cada partido deja detalles poco comunes para un mediocampista de tan joven edad. Su hermano tiene que tomar nota si quiere llegar al Madrid.