Iker Bravo está siendo una de las revelaciones de esta temporada en el Juvenil A del Real Madrid. Su talento y su capacidad para moverse en el área y generar ocasiones ha sorprendido positivamente en el club blanco. El joven talento español llegó el verano pasado procedente del Bayer Leverkusen y es una de las mayores joyas que posee actualmente las categorías inferiores del conjunto merengue.
Bravo todavía no ha cumplido los 18 años, pero se está encargando de demostrar que el Real Madrid posee a un gran delantero centro para el futuro. Es un ariete de 1,84 que va fenomenal por arriba, que posee un gran remate y que tiene la portería rival entre ceja y ceja. Pero el catalán no es lo único que incita a la ilusión en la entidad madridista, ya que el equipo de Álvaro Arbeloa juega como los ángeles y no ha cosechado ninguna derrota. Siete puntos en tres partidos avalan el buen rendimiento de los juveniles blancos, con 13 goles a favor y sólo dos en contra.
En el último partido de la UEFA Youth League, el joven Iker Bravo dejó su huella personal marcando un golazo en la contundente victoria madridista por 6-1 frente al Shakhtar. El delantero abrió la goleada con un gol espectacular, en una acción que comenzó con un caño dentro del área para luego fusilar al portero del ucraniano. Seguro que el Real Madrid hará efectiva la opción de compra que tiene al final de esta campaña, ya que se encuentra cedido por el Leverkusen.
El Barça, muy dolido por ver a Bravo en el Real Madrid
Iker Bravo proviene de la cantera del Fútbol Club Barcelona. El catalán abandonó la cantera del Barça en julio de 2021 tras acabar su etapa como cadete y justo antes de dar el salto al juvenil. Su destino fue el Bayer Leverkusen, que apostó sin matices por él con una gran oferta económica, pero, sobre todo, deportiva. Tanto es así que, a sus 17 años, ya debutó con la primera plantilla la anterior campaña disputando once minutos ante el Hertha Berlín en la Bundesliga y trece ante el Karlsruher en la Copa de Alemania.
La razón por la que el delantero nacido en Sant Cugat del Vallès abandonó el Barça, pese a su voluntad por seguir jugando en la ciudad condal, la tuvo la decisión de José Ramón Alexanko, director de fútbol base, de negarse a que formara parte de la plantilla del Juvenil A. El club, pese a la enorme proyección de Bravo, le ofreció jugar en el Juvenil B y, ante la insistencia del futbolista, Alexanko rechazó cambiar de opinión para retenerle. Entonces fue cuando apareció el Leverkusen, que apostó muy fuerte por él.
Ahora el club azulgrana ve con ojos envidiosos cómo uno de sus mayores talentos está rindiendo a un gran nivel en el Juvenil A del eterno rival. Desde el Real Madrid confían en que Iker Bravo llegará tarde o temprano al primer equipo y que puede llegar a ser una pieza importante en el futuro.