Su fichaje fue una de las sorpresas para el Real Madrid en el cierre de mercado. Aunque de momento solo haya tenido minutos con el Castilla de Raúl, ya se la han visto cositas: 75 minutos en dos encuentros.
Esto es lo que le ha ido probando el ex madridista en los dos partidos que ha jugado. Titular en el segundo encuentro, en el primero fue el recambio de Vinicius Tobías y todavía no ha logrado anotar un gol.
El momento de Iker Bravo puede ser ahora
En esos dos encuentros: una derrota y una victoria. Debut agridulce para el delantero recién llegado de Alemania que pasará cedido una temporada en Valdebebas.
Muchos piden a Ancelotti que le convoque, visto el fondo de armario que hay en el primer equipo. La lesión de Benzema era idónea para darle minutos y probarle en un gran reto, pero parece que la oportunidad tendrá que esperar.
El futbolista está viviendo a sus 17 años un auténtico sueño. Puede decir sin despeinarse que ha vivido en las dos canteras más proliferas del fútbol español y posiblemente de Europa, tal y como están las cosas hoy en día.
Iker Bravo con ganas de hacerse un hueco en el fútbol
Iker tiene un pasado barcelonista del que reniega de él tras verse maltratado en su proyección. Diez temporadas en las categorías inferiores del eterno rival, hasta el punto que visto el trato y las pocas oportunidades que recibía decidió rescindir el contrato y marcharse rumbo a Alemania para hacerse un nombre.
Cambiaron muchas cosas de su vida entonces. Jugando en el fútbol base culé, el chico nació en una pequeña localidad de la provincia barcelonesa. Apenas a un cuarto de hora de la Ciudad Condal, creció en Sant Cugat del Vallés. Un municipio tranquilo y alejado del ruido de la gran ciudad.
Con una población cercana a los 95.000 habitantes, allí como un auténtico desconocido daba sus primeros toques de balón. De la promoción del 2005, solía compartir mucho tiempo con sus amigos en el parque.
Aunque a los 5 años ya entró en la cantera culé. Cansado de tantos viajes y harto de la rutina, decidió romper con todo y salir fuera. Se fue hasta Leverkusen, dónde se inscribió en el equipo filial del conjunto germano.
Iker Bravo está preparado para cualquier reto
Una de las grandes escuelas que tiene el país teutón. De esta forma, cambió su ciudad natal en la que apenas tuvo tiempo para hacer vida tras los exigentes horarios del futbolista, por una totalmente desconocida. Allí se hizo fuerte.
Se olvidó de todas las complicaciones que le habían puesto en su antiguo club y empezó a despuntar. Su rendimiento fue tan efectivo que se convirtió en el tercer jugador más joven en debutar en la Bundesliga.
Ya conoce lo que es el fútbol profesional y parece que está preparado para seguir triunfando en el fútbol. Ahora tiene la oportunidad este año de convencer a sus entrenadores y quedarse para triunfar de blanco y cambiar su pasado azulgrana.