Parece que no aprenden. No importa las veces que den por derrotado al Real Madrid. El conjunto blanco siempre resurge de sus propias cenizas para golpear con más fuerza, velocidad y contundencia al rival donde más le duele, desarbolándolo y dejándolo a su merced, eliminándolo mental y futbolísticamente.
Esta misma sensación la han experimentado ya Paris Saint-Germain, Chelsea y Manchester City. Pero es una tónica que viven los antimadridistas desde el mes de febrero, cuando se firmó la remontada contra el Paris Saint-Germain en el Santiago Bernabéu. Por aquel entonces, no muchos daban por válido aquel pase a cuartos de final. Aquella ronda también se superó gracias al empuje del estadio y al ADN de los jugadores, que jamás bajan los brazos. Del mismo modo se eliminó a otro de los favoritos de Ceferin, eterno amigo de los jeques saudíes y que ahora solo puede confiar en el Liverpool para evitar un aciago destino que cada vez está más cerca.
Después de haber intentado desalojar al Real Madrid de la Champions League usando un sinfín de irregulares triquiñuelas y favoreciendo a otros conjuntos sobre el terreno de juego, el Real Madrid persiste y resiste contra todo y contra todos para llegar a la final de París del 28 de mayo.
La sensación de desamparo que se produce cuando el Real Madrid remonta a tres equipos con un presupuesto casi infinito es terrorífica, la misma que los antimadridistas llevan instalada en el pecho desde la eliminación del Paris Saint-Germain. Ahora, son los guardiolistas quienes se suman a la larga lista de víctimas del Real Madrid.
Uno de los nombres propios es Tito Kolde, el popular youtuber antimadridista y guardiolista que vivió una experiencia que parecía resultar placentera pero que finalmente se tornó en una pesadilla de la que no pudo despertar jamás. Empezó animado el partido, con pequeñas risas y comentarios ligeros, pero advirtiendo desde el principio que lo iba a "pasar muy mal". El momento más destacado de la primera parte giró en torno a las aburridas y manidas protestas respecto de la protección de Casemiro con las amarillas, a pesar de que Orsato actuó de forma irregular en las tres manos claras de João Cancelo que no señaló y que le podrían haber costado la expulsión al lateral 'citizen'.
Kolde, poco antes del gol de Riyad Mahrez que parecía acabar con todo, tuvo un momento de clarividencia: "Si entran Rodrygo y Camavinga... el Madrid lo volverá a hacer". La explosión de júbilo con el gol del mediapunta argelino llegó a acompañada de vítores y celebraciones con las que Kolde daba por cerrada la eliminatoria: "Ahora sí, ahora sí, ahora sí, ya está, ya está, ya está. Ahora sí ya está. Ahora se acabó, ¿eh?". Rápidamente dio por sentado que el Madrid no remontaría con una frase para la historia que ha pasado a los anales del antimadridismo: "Vamos, no creo". "Va, tú, fuera de coñas, si lo hace el Madrid, yo ya lo he visto todo, ¿eh?". Este momento de rápida reflexión fue la chispa que marcó el inicio del fin de la felicidad de Kolde, quien fue difuminando su sonrisa con el paso de los minutos.
Con el primer gol de Rodrygo, Kolde se vio superado y supo que en aquel preciso instante el Manchester City, los antimadridistas y los guardiolistas estaban eliminados. Abriendo los ojos y negando con la cabeza viendo la jugada repetida solo pudo decir "No lo harán, ¿no? Dime que no... Me muero. Te juro que me muero en directo. Como lo vuelvan a hacer te juro que me da algo".
"No puedo más. No me lo puedo creer". Con una desesperanzada mirada a cámara, Kolde veía cómo la oportunidad de lucir su antimadridismo se apagaba de golpe en el minuto 91, dejando paso a una serie de gestos de derrotismo absoluto e incredulidad total.
Con el patoso penalti de Rúben Días, Kolde no tuvo más remedio que echarse a reír, sabedor de que el partido habría acabado si Karim Benzema marcaba desde los once metros. Frotándose los ojos, intentaba buscar una explicación a lo que estaba sucediendo: "¿Pero qué co... es esto, una cámara oculta?".
Adivinando el lado del lanzamiento de Karim Benzema, Kolde tuvo que rendirse a lo inevitable: "Lo han hecho otra vez. No lo entiendo. No lo asimilo". La sensación de derrota fue total con el youtuber aferrándose a lo indefendible y derrumbado en su silla, impresionado con el rendimiento final de los jugadores del Real Madrid en los minutos finales y en la prórroga.
Ni siquiera las amargas súplicas a Guardiola pudieron evitar lo inevitable. El Real Madrid desalojaba al Manchester City del Bernabéu y de la Champions, dando una nueva masterclass de supervivencia y control de los tiempos del partido y demostrando por qué es el Rey de Europa.