En PlanetaRealMadrid llevamos varias semanas resaltando el irregular e injusto trato que, en ocasiones, ha recibido el Real Madrid a lo largo de la historia de la saga desarrollada por EA Sports. Con la consagración del club blanco como campeón por decimocuarta vez de la Copa de Europa, EA Sports ha cumplido definitivamente su promesa y ha terminado las cartas RTTF.
El principal problema con estas cartas es que, el elegido para representar al Real Madrid ha sido nada más ni nada menos que Gareth Bale. El extremo galés apenas ha contado para Ancelotti esta temporada, y sus apariciones en todas las competiciones han sido realmente circunstanciales, sin apenas sumar ni aportar calidad, goles o asistencias significativas para el devenir de la temporada.
Esta elección fue duramente criticada en su momento, puesto que la desarrolladora tenía una amplia horquilla de jugadores a los que escoger para estas cartas RTTF y representar al Real Madrid correctamente. Como el conjunto de Concha Espina se ha proclamado campeón, la carta RTTF del galés se verá modificada consecuentemente para lograr obtener la mejor carta del evento en este FIFA 22 que está por acabar su vida útil en relación a la actualidad deportiva.
La polémica ha acompañado al galés en sus últimas temporadas, desde que fue incapaz de asumir el liderazgo del equipo después de la marcha de Cristiano, justo cuando se esperaba que Benzema, el propio Bale y Asensio dieran un paso hacia delante para suplir la baja del astro portugués que tantos problemas había resuelto para el Real Madrid en las campañas pasadas.
La mejora de la carta RTTF de Gareth Bale probablemente lleve su media general hasta 95, sobrepasando por dos puntos los 93 de calificación media que tenía la carta que marcaba la clasificación del Real Madrid para la finalísima de París. Ahora, con la Decimocuarta en las vitrinas, la probablemente última carta del galés como jugador del Real Madrid y como futbolista en activo será la perteneciente a este evento en el que única y exclusivamente merece estar por sus interminables aportaciones en la constante forja de la leyenda blanca con hasta cinco Champions en su haber.