Hace poco se conocía, gracias a una filtración, la fecha de lanzamiento de FIFA 23. Sin embargo, EA Sports, tan habitual en sus costumbres de sufrir filtraciones y no reaccionar a ellas, ha continuado trabajando en los dos proyectos que ocupan gran parte de su tiempo: terminar de sacar contenido para FIFA 22 y acelerar el proceso de creación de FIFA 23.
La última entrega bajo el nombre de la Federación Internacional de Fútbol no ha empezado como debería, puesto que la desarrolladora ha cometido dos errores de bulto que chirrían para sus espectadores, pero especialmente para el madridismo. EA Sports ya ha revelado sus portadas para este título, lo que ha provocado que muchos madridistas pongan el grito en el cielo con quienes aparecen en la imagen principal de FIFA 23.
El elegido para la portada del último título de la saga FIFA no es otro que Kylian Mbappé. El traidor antimadridista que dejó de lado su sueño de jugar en el mejor club del mundo para pasarse al bando de aquellos que quieren ver destruido al club más grande de todos los tiempos gracias a las absurdas cantidades de dinero ofrecidas y la inaudita presión que ha recibido por parte de las máximas autoridades francófonas. Mucho puede comentarse del fallido traspaso de Mbappé al Real Madrid, pero la realidad es que se ha convertido en persona non-grata en la capital de España.
Este ha sido el primer error de EA Sports: escoger como máximo representante de uno de los simuladores de fútbol más populares de todo el planeta a un jugador sin códigos morales, movido y cegado por la avaricia y las ansias de aumentar su fortuna asta niveles insospechados y que se convertirá, con el paso del tiempo, en un pequeño tirano en el Paris Saint-Germain gracias a que sus directivos le han entregado el club al único jugador que ha sabido estar a la altura en ciertos momentos críticos de la pasada temporada del conjunto parisino.
Además de Kylian Mbappé, EA Sports también ha escogido a la jugadora del Chelsea Sam Kerr como protagonista para las portadas de FIFA 23 de Australia y Nueva Zelanda. La elección de una protagonista femenina para la portada de un FIFA es un acto que demuestra la progresión del deporte femenino en la industria de los videojuegos, pero confinar la presencia de la jugadora del Chelsea a las portadas de dos países es un error de bulto, el segundo que ha cometido la desarrolladora estadounidense.
La inclusión de una protagonista femenina es un paso que queda carente de todo sentido, convertido en postureo vacuo y estéril puesto que la propia Sam Kerr solo estará presente en los países antes mencionados, y no aparecerá en ninguna otra portada ni compartirá protagonismo con Kylian Mbappé en la versión global del título. Este hecho ha provocado la indignación de muchas capas de la sociedad, que acusan a EA Sports de acobardarse e impedir que la saga cierre con una portada que podría cambiar la historia del fútbol mundial. La creación de portadas en las que aparecen más de un jugador no es un impedimento, como ya demostraron FIFA 11 o FIFA 03.
Muchos siguen sin explicarse qué motivos han llevado a EA Sports a no extender el protagonismo de Sam Kerr al resto de portadas mundiales de FIFA, provocando que la futbolista del Chelsea se vea privada de compartir este privilegiado escaparate con uno de los jugadores que, sin duda, menos lo merece. La cobardía y el postureo de EA Sports es legendario, y aquí alcanza nuevas cotas que los jugadores de la longeva saga jamás hubieran imaginado.