Terminaba el partido de ayer con una victoria clara para Francia con un resultado por 3-1. Kylian Mbappé volvía a ser escogido MVP del encuentro en lo que va de Mundial con cuatro partidos disputados.
De esta forma, acercaba a los galos a los cuartos de final dónde se medirá frente a Inglaterra que también hacía lo propio en su partido de octavos ante Senegal. Son posiblemente dos de las selecciones más en forma de esta Copa del Mundo y ese cruce supondrá palabras mayores.
Aunque tras el pitido final del colegiado, algo cambió en la estrella de “Les Bleus”. Este por fin cedió a la censura que les había aplicado a los medios. Habló delante de un micrófono y siguió, como era de esperar, con una actitud desafiante y algo tosca.
La hipocresía que envolvía a Mbappé
Con esta de octavos, era la tercera ocasión que lo conseguía y no era para menos. Apunta ya a ser el mejor futbolista del Mundial si nadie consigue pararle los pies. Ante Australia o Dinamarca también repetía una actuación brillante, con la consecución de otro trofeo que le condecoraba como el mejor del partido, pero el delantero del PSG escogió evitar a los medios una vez más. Este es un protocolo de la FIFA que ordena a los escogidos a realizar el típico paseíllo delante de las cadenas de televisión.
Al rechazar la segunda opción, este resultó finalmente multado: tanto él como la propia Federación Francesa. El montante se especula que ascendía hasta casi los 10.200 €. Una sanción que asumió costear de su propio bolsillo.
Pero una vez recibido el castigo de la organización, decidió salir con ese tirón de orejas previo. Sus respuestas eran bien concretas y sin ánimo a dejar nada entre abierto. Habló precisamente de la prensa, sobre sus motivos de su ausencia en las anteriores ocasiones y su visión sobre el Mundial.
Cuando hablaba de los medios de comunicación, consideraba que no tenía nada que ver: “No tengo nada contra los periodistas, si no vine a hablar es porque tengo la necesidad de concentrarme totalmente en la competición y no perder energías en otras cosas”.
Las hipótesis por las que no hablaba frente a los medios
Las diferentes razones que se especulaba por las que rechazó su atención a los compañeros de profesión, venían motivados por varios motivos. Hay quienes aseguraban que lo hacía para tratar de evitar distracciones, tal y como el mismo futbolista anunciaba, aunque aquello podía ser una respuesta sesgada.
Otras informaciones apuntaban, que lo hacía para descartar hablar de su futuro (veremos el desenlace que toma con su fin de contrato o la posibilidad de recalar de nuevo en el Real Madrid).
La última hipótesis era la que la apuntaba a ser más algo relacionado con el marketing y sus derechos de imagen. El Mundial está patrocinado por Budweiser, una marca de cerveza a la que Kylian no quiere dar publicidad. El atacante es musulmán practicante y también reniega del consumo de alcohol como en el país árabe.
Según las informaciones que este medio ha podido conocer, es el propio futbolista el que decide sus participaciones en las campañas de publicidad, visto el caché que le han dado. Con esta premisa, dependerá del criterio del jugador considerar si son buenos o no todos los contratos que le proponen.
Su ambición por conseguir esta Copa del Mundo
De esa ambición por este trofeo también quiso dejar clara ciertas premisas: “Este Mundial es mi obsesión, es la competición de mis sueños. He construido toda mi temporada en torno a esta competición, me he preparado a tope tanto física como mentalmente para ganarla, que es el objetivo que me he fijado, aunque todavía está lejos. El único objetivo es ganar el Mundial, el resto es secundario”.
La Copa del Mundo, ponía a Qatar como anfitrión, el mismo lugar de dónde proceden los dueños del PSG, equipo en el que juega Kylian. Tras rechazar al conjunto de Chamartín, los máximos mandatarios ya le prometieron ser la imagen de la competición, algo que parece que lo está consiguiendo.
Una propuesta más que arriesgada visto lo visto. Con estas declaraciones queda retratado para futuro duelos. De modo que si acaba siendo derrotado, se avecina duro golpe para el futbolista.
A sus 24 años no puede pretender ganarlo todo, todavía es joven y debe modular su percepción en el fútbol: los éxitos deben ir poco a poco. El cruce determinante podría llegar en semifinales.
La lección que deberían darle a Mbappé
Si los astros se juntan y las hipótesis se cumplen, tendríamos una semifinal con mucho morbo: España VS Francia. Rivalidad extensa entre países, entre madridistas y estilos de juego.
Quizá algún día el destino vuelve a juntarle con el Real Madrid, por pequeña posibilidad que sea, alguien debe pararle los pies a este chico. ¿Quién sería el encargado de darle esa “charla"?
Nos preguntamos si alguien habrá sido capaz de contarle que no puede ir con dichos humos. Así no hay ni vuelta, ni perdón y posiblemente su arrogancia no le deje ver este tipo de circunstancias.