Llegar y besar el santo es algo muy complicado cuando se ficha por el Real Madrid. Y no es precisamente lo que le ha ocurrido a Aurelien Tchouameni esta temporada. El centrocampista francés ha ido de más a menos, la tarea que tenía por delante no era fácil y en verano tomará la decisión definitiva.
La expectativa era suplir con garantías la baja de Carlos Henrique Casemiro, no solo no lo ha conseguido, sino que ha perdido protagonismo en el equipo hasta el punto de que sus suplencias se han convertido en constante.
La llegada de Bellingham
Ya es una evidencia el traspaso de Jude Bellingham por el Real Madrid, pero Tchouaméni lo tiene claro, seguirá. Tiene la temporada que viene en el horizonte y sabe que en 2024 podrían salir Luka Modric y Toni Kroos, asi que heredará un puesto, por mucho que el año que viene juegue poco.
La información la contaba Jorge Picón en Relevo: "La situación del francés no es nada sencilla en estos momentos, pero el galo tiene una mentalidad muy fuerte y no quiere salir del Bernabéu bajo ningún concepto. Sabe que ahora mismo tiene a jugadores por delante, pero ni pierde el sueño ni la paciencia por ello".
Reflejo en Bellingham
Además, la llegada de Bellingham no implica una titularidad asegurada para el inglés. Tchouameni sabe que tendrá que ganarse el puesto y su adaptación al Madrid puede llevar tiempo. Tchouameni fue el Bellingham del verano pasado y a su llegada ya sabía la competencia que se iba a encontrar.
Pero si hay algo seguro es que en el Bernabéu nadie quiere que el francés salga. Lo ficharon con vista a futuro, no para resolver los problemas más apremiantes del equipo, ese trabajo recae en los más veteranos y tanto Aurelien como Jude tendrán tiempo para adaptarse al club.