Si hay un jugador que tuvo la oportunidad de vestir la elástica blanca, pero su deseo rápido se esfumó, ese fue Santi Cazorla y sus ganas de cambiar la elástica del equipo “groguet” por la del conjunto blanco.
A Cazorla le pusieron el caramelo
El proceso estaba casi hecho. Tan solo faltaba estampar la firma y conseguir los últimos coletazos. La mayoría de las partes estaba de acuerdo y el último escollo era el presidente del Villarreal. De hecho, hay una historia ratificada por los mismos protagonistas, en la que el jugador habría sido blanco durante casi 12 horas.
Este habría llamado a Iker Casillas para entablar una conversación sobre la buenaventura. Aunque lo único que propició todo eso, fue que el equipo de Castellón se echara para atrás y renovara al futbolista con un aumento de su cláusula de 20 millones. Entonces el atacante también reculó y todo se tiró para atrás.
La mala gestión de Calderón
El Real Madrid de Ramón Calderón habría perdido la oportunidad de incorporar a sus filas a un jugador de una calidad fantástica. Aunque merecidamente después, el talento volvería a coincidir y cruzarse en el camino de los de Chamartín para soñar en grande.