El valor del futbolista del Real Madrid está al alza y eso todo el mundo lo sabe. Sus últimas aportaciones a la entidad blanca, como sus dos goles para certificar la igualada en el marcador en la vuelta de estas semifinales ante el City, han revolucionado el precio del jugador.
Ahora mismo el valor de mercado del jugador se sitúa en los 40 millones. Esta temporada su valor ha crecido en cinco millones. Pese haber alcanzado cotas más altas -su valor llegó a los 50 kilos en diciembre de 2019- se especula que en las próximas semanas apunte a un nuevo récord del carioca.
Probablemente, Rodrygo, sea el que esté en mejor estado de forma de la plantilla, en la actualidad. Su segunda vuelta está siendo sensacional y por méritos propios, está tirando la puerta abajo de la titularidad.
Abrumado con tantas emociones
Terminada la prórroga del partido de Champions, él mismo era consciente de ello. En el suelo, de rodillas, y con los brazos en alto abrumado por la emoción del momento sabía lo que había conseguido. El primero en llegar a consolarle fue su compatriota Vinicius. Ambos se fundieron en un abrazo y el clan de los atacantes brasileños no paró de sonreír en lo que restó de noche.
Posiblemente, entre dentro de la historia de las remontadas. Con el partido yéndose a pique, él supo gestionar los minutos para desactivar la bomba de relojería que hubiera sido la eliminación blanca.
Lo había vuelto a hacer. De nuevo, había abierto la veda de la remontada. Ya tomó las riendas de la responsabilidad, en aquel balón con el exterior que le puso Modric ante el Chelsea. Su volea fue el redoble de tambores, para demostrar que este equipo no muere nunca.
Abrumado por lo vivido sobre el verde del Bernabéu, agitaba los brazos hacia el cielo. Solo, sin nadie a su alrededor, el clima en el que vivía Rodrygo, era y es el estado de exaltación máxima.
Su rendimiento sube en ascensor
El brasileño pide a gritos un puesto en el once. En la batalla por la banda derecha, es el mejor soldado de Ancelotti. Le ha ganado la partida a Asensio, aunque el otro día tuvieron minutos juntos. Ya que la versatilidad del balear, le permite jugar en las dos bandas. Con Bale fuera de la ecuación, Rodrygo se ha hecho el hombre fuerte y forma parte del grueso duro del vestuario.
Como si se tratara de un auténtico veterano, no le tembló el pulso de cara a portería. Parecía que hubiera jugado cientos de esa clase de partidos. Cumplió con lo que le dijo Ancelotti y fue la primera baza del italiano, para tratar de remediar lo que esta ocurriendo sobre el verde.
De revulsivo tiene poco: hambre por jugar
Entró todavía con el 0-0 en el marcador, en el minuto sesenta y siete. Sustituyendo a Kroos, el equipo cambió de sistema y pasó al 4-3-3 ofensivo más característico de Carletto. A pesar de ir por debajo en el marcador durante unos minutos, le supo a poco. En dos jugadas consecutivas, remontó el encuentro para poner en pie al Bernabéu y volver a soñar.
En el primero, confió en que ese balón colgado de Camavinga, lo tocará Benzema para que le cayera posteriormente a él. Vaya si lo hizo, su olfato goleador no defraudó y así consiguió el primero. El segundo fue de cabeza a pesar de su baja estatura de 1,74 metros (es de los más bajitos de la plantilla).
Su competición fetiche: La Champions
El idilio del joven con la competición europea es abismal. Esos dos goles al City, suponen el cuarto y el quinto del futbolista en 10 partidos de Champions esta campaña. Aunque sólo cuatro fueron como titular, incluyendo la ida ante el City. Además, registra dos asistencias. Su registro goleador se certifica un gol cada 70 minutos, según las estadísticas.
A nivel general, Rodrygo acumula, desde su llegada al Madrid, números que le justifican como especialista. Es su competición favorita: 10 goles y seis asistencias en 26 partidos (11 como titular). Se ha sacado el abono de temporada y ya no falta a su cita con el gol.
Una media de más de un gol cada tres partidos. Rodrygo está en el mejor momento de su carrera y no es casualidad. Su precio también le justifica, ¿merece más minutos? La competencia en Chamartín está muy cara.