Antoine Griezmann está en boca de todos en los últimos tiempos por la polémica que ha suscitado su situación contractual. El Atlético quiere evitar tener que ejercer la compra obligatoria del futbolista francés, que se activaría en el caso de que dispute más de 45 minutos en el 50% de los partidos en los que esté disponible. Barça y Atleti están a la gresca por esta situación, mientras en el Madrid asisten con humor al enfrentamiento.
Las cosas serían diferentes si Griezmann hubiera fichado por el Real Madrid en alguna de las dos ocasiones en que tuvo la ocasión. Y es que aunque en la actualidad está venido a menos, lo cierto es que hubo un tiempo en que el francés interesó y mucho al club blanco. Tanto en 2014 cuando estaba en la Real Sociedad como en 2018, justo antes de ir al Barça, el Madrid tanteó la posibilidad de hacerse con sus servicios.
La primera vez fue justo después de ganar la Décima Copa de Europa. Antoine estuvo a punto de entrar en la operación de regreso de Illarramendi a Anoeta. Tras despuntar en la Real Sociedad, muchos grandes de Europa llamaban a su puerta y entre ellos un Real Madrid que acababa de alzar la Orejona y buscaba futbolistas que pudieran ejercer un rol secundario en el equipo de cara a la marcha de jugadores como Di María o Morata.
No obstante, finalmente fue el Atlético quien cerró su fichaje ese verano, convirtiéndose el francés en una de las grandes referencias del equipo de Simeone. Las cosas le fueron bastante bien en el conjunto colchonero y se convirtió en uno de los futbolistas más determinantes de Europa. Sin embargo, con su marcha al Camp Nou todo se torció.
Su fichaje por el Barça estropeó su carrera
Antes de fichar por el Barça, eso sí, tuvo la oportunidad de firmar con el Real Madrid. Los blancos se interesaron por su contratación pensando en reforzar la delantera tras la marcha de Cristiano Ronaldo, pero el tan cacareado pacto de no agresión con el Atlético lo tiró absolutamente todo por la borda. Para el Madrid, fue mejor. Para Griezmann, fue lo peor. Porque en el Camp Nou su carrera se vino abajo.
Pero no solo eso. El francés, además, tuvo que ir a un club por el que no sentía un amor especial como sí sentía por el Madrid. Y es que mucho antes de jugar en el Atlético, Griezmann reconoció que su sueño era vestir la camiseta del Real Madrid. Un sueño que a sus 31 años y dadas las circunstancias, se ha disipado ya definitivamente.
Griezmann, como Falcao o como Sergio Agüero, se quedará con las ganas de vestir la camiseta del Real Madrid. Solo los elegidos pueden hacerlo. Para el francés hubo dos trenes y ambos acabaron pasando de largo más por decisión del propio club que porque el jugador decidiera tomar otro rumbo.