El fútbol es un concepto que se podría entender como arte culinario. Algunos partidos, goles o jugadas solo hacen que abrir el apetito tras las auténticas maravillas que se han visto hacer con un balón.
Al igual que en la cocina, cada vez nos impresionamos más con la variedad de platos que puede salir de los fogones, el fútbol debería contemplarse de esa forma.
Si ir al cine implica ver una película comiendo palomitas, el fútbol es un espectáculo que debería ser visto con algún acompañamiento culinario. Aquí podría diferirse un poco la elección, pero lo que sí que es cierto es que da gusto ver este deporte.
Algunos partidos acaban en goleadas escandalosas, y en dichos partidos los primeros goles solo han sido para abrir boca, ya que cada gol fabricado es mejor que el anterior.
De cocina y de fútbol le podríamos preguntar a un futbolista que, aparentemente, sabe algo más que el resto de los mortales,. Él celebra sus goles como si estuviera cocinando.
Serge Gnabry, gusta y mucho en el Real Madrid
Del jugador que estamos hablando, ya lo habrán visto en la foto de portada, no es otro que Serge Gnabry. El alemán del Bayern de Munich, lleva tiempo en el radar madridista y si de algún recuerdo simpático nos acordamos, es por sus celebraciones curiosas.
Lleva temporadas repitiendo la misma dinámica. A cada gol, el futbolista levanta su mano derecha y poniendo la otra mano como plato, trata de emular al perfecto chef. Desconocemos qué plato nos estará cocinando, pero sus goles son de bella factura. Eso no tenemos la menor duda, ya que los ha metido de todos los colores.
Tampoco sabemos lo que come, pero mientras nos cocine buen fútbol sobre el verde nos sirve. La idea la cogió a raíz de una propuesta de un amigo suyo. Dicha celebración la hace el jugador de la NBA, James Harden. El atacante, la traspasó al fútbol y desde entonces se ha quedado con ella.
Por ahora sabemos que al futuro jugador blanco, le gusta la cocina y el baloncesto. En la plantilla blanca, compartiría hobbies con algunos de sus compañeros, como su compatriota Toni Kroos o Eden Hazard.
Un jugador a tener en cuenta
Su potente golpeo de balón, visión de juego y habilidad le ha convertido en un especialista en esta faceta de cara a puerta. Junto a Lewandowski se ha convertido en una de las duplas más temidas de toda Europa, perseguidos muy de cerca por los madridistas Benzema y Vinicius.
Con su compañero polaco ha convertido 67 goles esta temporada en todas las competiciones. En su cuenta particular ha sumado 17 por 10 asistencias realizadas. Su mejor partido esta temporada ha sido contra su ex equipo ante el Sttugart. Corría el mes de diciembre y su participación fue letal anotando un hat-trick y dos asistencias en 75 minutos jugados.
El alemán dispuesto a salir del club
En el Real Madrid saben de su capacidad goleadora y la cúpula blanca le gustaría ver un perfil de sus características en el Bernabéu. Termina contrato la próxima temporada y con una situación tensa en su equipo, con la posible salida de jugadores, el alemán podría forzar una renovación que por ahora no han acabado de cerrar.
El club bávaro se planta entre los 17 y 19 millones y no esperan ofrecerle más dinero. De no aceptar la propuesta, se verían obligados a buscarle una salida, ya que no quieren dejarle salir gratis la campaña siguiente. Si es una estrategia del jugador, es el primer paso, ya que está forzando la cuerda.
Por edad y rendimiento encajaría en los planes de Ancelotti. Tiene 26 años y es un jugador muy vertical que actúa por banda derecha con mucha determinación. Tiene gran potencia en el disparo y un buen regate. Su velocidad también es un arma a tener en cuenta.
El terremoto Lewandowski, ha provocado el posible refuerzo para el madridismo. Esta pareja letal se separa, pero el germano se uniría al tridente que formaría con el francés y brasileño del Real Madrid en la punta de ataque. ¿Queda poco para que Gnabry encienda los fogones del Bernabéu?