Carlo Ancelotti ya dibuja el plantel de la próxima temporada y si hay un jugador que aún no ha calado en su esquema es Brahim Díaz, que actualmente juega en el AC Milan en calidad de cedido hasta junio de 2023. Si hay posibilidad de rescatarlo, de momento no pasa por la cabeza del entrenador italiano, que no le encuentra sitio ni en su esquema (4-3-3) ni en su plantilla.
A ello habría que sumar la más que inminente llegada de nuevos futbolistas al Real Madrid. Que por otra parte ilusionan más al madridismo. Y que se proyectan mejor con un entrenador que ve más viable atacar con dos extremos que con un enganche.
También está la posibilidad de llenar las arcas con su salida, pues hay que recordar que el jugador malagueño costó 17 millones, que el Madrid pagó gustosamente al Manchester City para hacerse con sus servicios, puesto que Díaz tenía una gran proyección. Por ello que su cláusula de rescisión llega a los 750 millones de euros. Ahora el Madrid podría conseguir a su favor un margen mucho mayor, porque, aunque su valor de mercado asciende a los 22 millones, la buena temporada del malagueño podría disparar esta cifra.
Pese a ello, la ilusión del jugador es triunfar en la élite vestido de blanco, por lo que no se descarta que pueda ingresar de nuevo en los planes del club. A su favor tiene la juventud (22 años) y la buena temporada del Milan, que ha vuelto a la élite del Calcio y marcha primero.
A nivel individual, Brahim Díaz se ha ganado el respeto de Stefano Pioli, el técnico del AC Milan, quien lo considera imprescindible en su alineación. El mediocentro ofensivo ha disputado 32 partidos esta temporada, anotando 4 goles y repartiendo 4 asistencias. Pocas veces ha visto el partido desde la grada y si lo ha hecho es por su positivo en Covid-19 que lo tuvo apartado casi un mes de los terrenos de juego.
Habrá que estar pendiente del Milan y sobretodo de Brahim y las intenciones del club blanco por renovar su mediocampo, que pese a sufrir la enfermedad de Benjamin Button, no puede obviar posibilidades como esta.