El inicio de la trayectoria del futbolista es algo divergente a la del resto de sus compañeros del campo. Con apenas siete años de edad el jugador entrenó en el equipo de la ciudad de Bordeaux y con diecisiete años ya estaba firmando su primer contrato profesional.
A pesar del temprano comienzo de la perla francesa en el mundo del fútbol, la carrera profesional del medio campista comenzó con un deporte totalmente distinto al que se dedica ahora: el judo.
El jugador explica en varios medios que el arte marcial japonés ocupó únicamente un año de su vida, aunque llegó a ser cinturón amarillo y reconoce como este deporte pudo ofrecerle otras cualidades como la perseverancia y la exigencia mental.
La dedicación absoluta, la constancia y los valores prometedoreds de su familia, explicarían como un jugador de 22 años, ha conseguido un fichaje con el Real Madrid.
Su influencia en el juego
En su forma de juego también son visibles algunas de las características que pueden guardar relación a día de hoy entre ambos deportes como en su peculiar forma de recuperar el balón desde el centro campo.
Algunos de los muchos méritos que se le asocian al jugador blanco, pasan por tener la potestad de ser uno de los mejores recuperadores del mundo, mejor interceptor y el mejor jugador en cuanto a robar balones.
Todo ello es resultado de mucho trabajo desde sus comienzos. La estructura que le ha ofrecido el judo le ha proporcionado una estructura mental idónea. Además de poder tener una percepción psicológica clara, para saber aquello que es importante en su vida, le ha enseñado la importancia de la constancia y perduración en aquello que llene a cada uno, en su caso el fútbol.
El haber entregado siempre la mejor versión de él mismo, ha permitido que el resto del mundo se haya dado cuenta de las capacidades que tiene como jugador y como persona.