Si hay algo de lo que puede presumir la plantilla blanca es de us excelente grupo humano de jugadores. Los pupilos de Ancelotti están comprometidos con la causa de llevar este escudo hasta lo más alto y entre todos ellos forman parte de uno de los equipos más en forma del planeta.
Su fama ha hecho que muchos quieran venir a toda costa, aunque no es fácil su incorporación. Todos los madridistas cuentan con un ADN especial y su puesto no está asegurado para cualquiera. Estos deben demostrar algo sobrenatural con lo que afrontar una buena propuesta futbolística.
Los verdugos del Real Madrid
Al igual que encontramos a futbolistas que no han sido aptos para incorporarse a las filas blancas, también tenemos de otro tipo que son los renegados. Aquellos que no han querido venir y se había ido a por ellos en alguna ocasión. Podríamos crear hasta un once.
Tienen calidad suficiente como para triunfar dónde se propongan, pero su actitud pasiva hizo que se alejaran del club. Son pocos los que lo rechazan y hasta algunos luego se arrepienten, vean el caso Mbappé. Ahora muchos de ellos no se les necesita y la entidad ha seguido ganando. Nadie estará por encima de este escudo jamás.
En Planeta Real Madrid hemos decidido escoger un esquema de 4-3-3 para escenificar a este grupo de jugadores.
La portería que pudo ser y no fue
Si empezamos por la portería, encontraremos al brasileño Alisson Becker, actual guardameta del Liverpool y uno de los mejores colocados para hacerle la competencia a Courtois. En el verano que llegó el belga, una de las opciones que se manejaba también era la de este habilidoso portero.
Su paso por la Roma significó su consolidación y vistos sus recursos y actuaciones, todos los grandes se pelearon por él. Finalmente, Klopp se interpuso de por medio pero eso habilitó el fichaje del mejor portero del mundo en la actualidad.
En la pasada edición de la Champions, vio como en la final, su verdugo ya le anotó el gol que les hacía campeones de Europa.
Unos laterales profundos
La defensa estaría formada por cuatro hombres de gran nivel: Reece James, Rubén Días, Jules Koundé y Gayá. Dos de ellos todavía siguen en sus respectivos clubes y nadie ha conseguido moverlo de allí. Hablamos de los laterales del Chelsea y Valencia.
El inglés de tan solo 22 años ha sido una sorpresa inmediata de este último año. Aspira a ser un gran referente por el carril diestro y su valor de mercado alcanza ya los 60 millones de euros. Le haría una buena competencia a Carvajal y los experimentos con Lucas Vázquez llegarían a su fin.
Por lo que hace a Gayá, el eterno capitán ché, no ha querido moverse de la capital del Turia y tras varios intentos con la salida de Marcelo y las dudas con Mendy, se apostó por firmar a un central como Rüdiger y desplazar a Alaba como recurso por la izquierda.
El eje de la zaga siempre bien cubierto
En el eje de la zaga habría dos titanes como el portugués del City o el francés del eterno rival. Rubén Días, pudo firmar como blanco pero los millones de los fondos qataríes le convencieron antes de tiempo.
Su perfil hubiera sido muy interesante y un recurso de grandes garantías. Lo mismo que ocurrió con Jules Koundé que vieron como les traicionaba fichando por el F.C Barcelona.
El defensa podría haber fichado hace dos campañas, pero las dificultades con Monchi y el Sevilla, lo hicieron imposible. Koundé también traicionó a su mejor amigo, Aurelien Tchouameni.
El pivote es ya la gran sensación merengue y mucho se habló que iban a llegar juntos de la mano. La conexión hubiera sido bestial, pero Jules escogió mal.
Un mediocampo de garantías
Con la zona defensiva ocupada, la medular la ocuparían otros tres de enorme calidad. Los tres tienen pasado y presente Premier. Son Kanté, Pogba y Bruno Fernandes. El pivote pudo venir hace unos años.
Era uno de los caramelos de Zidane y de incorporarle en el equipo hubiera sido algo espectacular. Aunque la buena sintonía de Casemiro también le hubiera puesto las cosas difíciles.
Se acabó apostando por el madridista y la cosa no ha ido tan mal. Con Pogba y Bruno Fernandes pasó algo parecido. La calidad merengue que había con Kroos y Modric era más que óptima como para pensar en refuerzos.
La delantera lo más top que había entonces
Arriba para culminar ese equipo de leyenda, se pensó en tres jugadores a medida: Salah, Haaland y Mbappé. Tres atacantes superestrellas que lo tenían todo para triunfar. El primero renegó de los madridistas al perder la Champions en 2018.
Desde entonces vive permanentemente picado con ellos. Los otros dos han supuesto el culebrón del verano y desde entonces no se habla de otra cosa. El noruego prefirió no jugar con Benzema, por si las moscas y con Mbappé ya sabemos todo lo que ocurrió. Es el gran enemigo merengue y su perdón está por llegar todavía. Se río de 120 años de historia de un club legendario.
Ellos se lo pierden. La influencia del dinero y proyectos venidos a menos ha hecho que sus carreras no evolucionaran como querían. El Real Madrid tampoco ha llorado mucho por ellos y han seguido ganando a las mil maravillas.