El no fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid ha provocado el enfado y la ira de todo el madridismo hacia el jugador francés. El pasado domingo, tanto en Cibeles como en el Santiago Bernabéu, en plena celebración por la conquista de la Decimocuarta, se pudieron oír cánticos muy desagradables contra el futbolista del PSG.
Los aficionados no olvidan la traición y el engaño de Mbappé, que dio la palabra al club de fichar por el equipo blanco la próxima temporada y estuvo todo el año mandando guiños al Real Madrid, como el famoso cómic que sacó sobre su infancia en el que hablaba sobre su sueño de jugar algún día en el templo merengue.
La renovación de el de Bondy por el conjunto parisino demuestra una vez más el poder de los clubes estado, para quienes no existe el Fair Play Financiero y pueden gastarse todo lo que quieran en fichajes y sueldos con tal de tener a los mejores futbolistas del mundo en sus plantillas.
La balanza desigual entre el PSG y el Real Madrid
Si Mbappé finalmente hubiera fichado por el conjunto madridista, se habría igualado la relación entre el Real Madrid y el PSG en cuanto a ventas y compras de jugadores. El club dirigido por Nasser Al-Khelaifi ha fichado hasta cuatro jugadores procedentes de Chamartín: Nicolás Anelka (34,50 millones de euros), Jesé Rodríguez (25 millones de euros), Keylor Navas (15 millones de euros) y Sergio Ramos (gratis).
Por su parte, el Real Madrid solo ha fichado del PSG a Alphonse Areola, y fue en forma de cesión. Fue en la temporada 2019/2020, en la que Keylor abandonó la capital de España por la de Francia. El Madrid necesitaba un sustituto de Courtois, y contrató al guardameta galo por solo una temporada.
El fichaje de Mbappé habría equilibrado la balanza, pero el dinero y las presiones de Qatar y la República Francesa hicieron que Kylian renunciase a su sueño y dejase tirado a Florentino Pérez, quien hizo de todo para que el delantero vistiese de blanco y fuese el estandarte del equipo durante muchos años.