Si una cosa el Real Madrid y los futuros fichajes que aterricen en el vestuario han de tener clara es el compromiso con el escudo. Aurelien Tchouameni es uno de los futbolistas que está en la rampa de salida de su club y podría estar preparando las maletas para su incorporación a las órdenes de Carlo Ancelotti.
Varios han sido los guiños entre jugador y club para que se acabe cerrando su incorporación de una vez por todas. El futbolista parece convencido del paso de gigante que dará su carrera y sus cualidades le abalan como uno de los mejores en su puesto.
Su edad y su compromiso con el club son fundamentales para rendir a las mil maravillas. Le tienen puesta mucha confianza en el jugador de modo que lo más aconsejable es que este se la devuelva sobre el verde.
El mediocentro debe hablar en el campo y demostrar su valía. Es la única parcela dónde se le exigirá un rendimiento. Los resultados no son exigibles pero el esfuerzo sí.
Un jugador con mucha proyección
El jugador francés vendrá procedente de una de las canteras del fútbol europeo más ploríferas. Desde el Mónaco, han nacido fantásticas estrellas que ahora triunfan en los grandes de todo el mundo.
Aunque en Planeta Real Madrid, nos hemos dado cuenta de algo: tan solo ha habido un traspaso entre Mónaco y Real Madrid. Un capítulo oscuro en la historia de fichajes del club blanco.
Una operación que no se puede volver a repetir, antes que se demuestre otro ridículo espantoso. No es otro que James Rodríguez. El colombiano procedía del Principado, nada más terminó el Mundial de 2014.
La decepción de James Rodríguez
Su participación fue algo destacada, motivo que catapultó al cafetero en los planes de muchos equipos. El jugador se había salido aquella temporada haciendo una magnífica campaña. Eran los alicientes perfectos para que debutara en el Bernabéu. Pero algo ocurrió para que la trayectoria del jugador se torciera.
Empezó francamente bien, motivado y cómodo en la posición que desenvolvía sobre el verde. Pero aquello tan solo fue un espejismo de temporada y media, momento que empezó a desinflar su talento.
Se desmoronó por momentos, hasta que no volvió a recuperar su nivel. Su comportamiento extradeportivo no ayudaba, se dejó ir, mal influenciándose de gente que no le convenía y acabó por buscar una salida en forma de cesión que tampoco funcionó.
Por este motivo, si algo le piden a Tchouameni es que no coja el mismo camino que el colombiano. Si ha de ser así mejor que no venga. Aunque es poco probable que coincidieran en Mónaco, ya que por edad le quedaba lejos James.
Una situación diferente para encajar en el equipo
Su posición es más retrasada, actúa como pivote y vendría a sustituir a Casemiro, una posición que quizá necesita un refresco para oxigenarse bien. El brasileño, tiene los 30 cumplidos y con motivo de su descanso, el Real Madrid prefiere cubrirse de galones para esa posición.
El caso de James era más complicado ya que en ataque hay más rivalidad por jugar. La diferencia era clara. El colombiano vino para mejorar lo que había. En el caso del galo, vendría a reforzar una posición. Son conceptos diferentes e intereses distintos.
Junto con Tchouameni, le acompañarían su compatriota y amigo Camavinga con Valverde. Los tres formarían el centro del campo del futuro, con total seguridad. Su relación que aguarda el posible fichaje con su compañero en el centro del campo, es un motivo más para convencer a la parroquia blanca que este futbolista está preparado para dar el salto que necesita.
La cifra que se pagará por el francés, es parecida a la del ex jugador blanco. Se especula que se llegue a los ochenta millones, colocándose como la segunda transacción más cara del Mónaco. De esta forma, destronaría a James del segundo puesto. La rivalidad por ver el futuro del jugador está servida.