Como todo el mundo sabe estamos en año de Mundial, aunque será un poco atípico ya que se celebrará en invierno, concretamente en los meses de noviembre y diciembre. Algo se sabe de cómo se organizarán las federaciones para evitar que el máximo campeonato de fútbol se solape con las ligas de los distintos países participantes. Por ejemplo, la Premier, la Ligue 1 y la Bundesliga pararán, al igual que España.
Con este panorama, el Real Madrid ya está pensando cómo suplir las más que seguras bajas de Benzema, Mbappé, Modric o Courtois, entre muchos. Tendrá que acudir al próximo periodo de fichajes para llenar la despensa. De esta forma, Florentino Pérez ya piensa en Haaland, Barella, Bastoni y Skriniar, futbolistas que no han conseguido el pasaporte al Mundial de Fútbol con sus selecciones.
Con la llegada de estas cuatro estrellas, el Real Madrid aseguraría, línea por línea el buen desarrollo del equipo en ese mes que aún está en el aire. Los tres del Inter y el del Borussia encajarían bien en el equipo del técnico italiano, Carlo Ancelotti. Ocurre que el Madrid quiere traer a muchos futbolistas y no siempre será posible configurar una plantilla con tantas estrellas.
Esto se debe a que estos jugadores están muy bien valorados. Haaland es el segundo mejor valorado del mundo con 150 millones, solo por detrás de Kylian Mbappé. Barella tiene un valor de 70 millones, su compañero Bastoni, un poco menos, 60 millones. Y el último de estas cuatro estrellas que podrían aterrizar en Chamartín es Milan Skriniar, con una valoración de 65 millones.
Aún así cabe la posibilidad de que, si falla alguno de estos cuatro, puedan venir otros jugadores de menos nombre y con un precio de traspaso más asumible.
La decisión de la FIFA de disputar una Copa del Mundo en un país como Catar ha levantado muchas polémicas. En primer lugar, la FIFA ha sido criticada por llevar el torneo a un lugar donde los Derechos Humanos están permanentemente puestos en duda.
Siguiendo con las críticas de las federaciones participantes, pues no se ha tenido en cuenta por parte del máximo órgano del fútbol mundial que las ligas tendrán que ser interrumpidas o directamente disputarse sin sus grandes jugadores. Tampoco a los clubes, por este mismo motivo.
El problema es que jugar un Mundial en Catar en verano es poco viable e incluso arriesgado para la salud de los futbolistas y espectadores. Y para que los deseos de la FIFA se cumplan: jugadores, clubes, federaciones y aficionados tienen que ajustarse a lo que ellos consideren oportuno.