El nombre de Mino Raiola es sinónimo de negocio futbolístico. Desde hace muchos años ha participado en los traspasos más rentables del fútbol europeo. Las cifras de sus negociaciones no tienen nada que envidiarle a los grandes espadas del mundo financiero. Ahora, con los servicios de Erling Haaland bajo su tutela, el agente podría hacer caja, rompiendo, como acostumbra a hacer, todos los estándares del mercado de fichajes.
Primero fue Ibra, luego De Ligt, Pogba y ahora vuelve a la carga con el noruego del Dortmund. Mino Raiola podría estar preparando el negocio de su carrera. Si bien en las últimas temporadas el mercado de fichajes perdió valor por motivos pandémicos, ahora, con la crisis en vías de escape, Raiola está a punto de cerrar otro gran trámite.
La primera gran operación de este clásico agente fue la de Zlatan Ibrahimovic al Barcelona, era 2009 y el mercado de fichajes empezaba a despegar a modo casi de burbuja. El Barça pagó por el sueco 66 millones de euros y a partir de entonces, las negociaciones de Raiola siempre han salido cara.
Diez años más tarde volvería a la carga con otro joven futbolista. En el verano de 2019 se confirmó el traspaso de De Ligt, el joven central holandés a la Juventus de Turín. La Vecchia Signora pagó 75 millones más 10,5 en variables, cifra muy elevada si se tiene en cuenta que De Ligt es central y está lejos de las valoraciones que pueden obtener jugadores más indicados para el ataque.
Sin embargo, no fue la mejor operación para Raiola. Por el momento, y a la espera de que Erling Haaland salga del Borussia Dortmund antes de finalizar su contrato, el movimiento más caro de su agencia es el de Paul Pogba al United. Se produjo en 2016 dejando un saldo positivo de 105 millones de euros.
Aunque puede que todo esto sea parte de la historia cuando Haaland salga del Borussia. El noruego tiene un valor de mercado de 150 millones, el más alto del mundo, tan solo emparejado con el de otro fenómeno, Kylian Mbappé.
De producirse su salida antes del final de su contrato con los alemanes, podría convertirse en el fichaje más caro de la historia del fútbol. Le quedan dos años vestido de amarillo y seguro que llegará una macro oferta este verano o el siguiente, Mino Raiola ya está empezando a frotarse las manos.