No está siendo el año del Liverpool y es evidente con tan solo ver su situación actual. El pasado sábado veía como el Manchester United levantaba la Carabao Cup ante el Newcastle, en un partido que a priori, deberían haber estado ellos. Pero dicho tropiezo no es el único.
A este hay que sumarle, su séptima posición lejos de Europa en la Premier, a nueve punto de puestos Champions, y con la eliminatoria de octavos ante el Real Madrid en un punto crítico al tener que marcar como mínimo tres goles para igualar la eliminatoria.
Con estas, su entrenador, que hace semanas atrás se especulaba con una hipotética salida, ha hablado claro sobre sus intenciones. El alemán, que aterrizó en el club wen 2015 con un proyecto sólido con el que logró sacar al equipo de la mediocridad y convertirlo en un referente en Inglaterra, parece que ha vuelto a sus andadas y esta temporada no levanta cabeza.
La mala gestión deportiva, la principal culpable
Una mala planificación deportiva podría tener la culpa exactamente de todo y esto se explica en cuatro pequeñas pinceladas. Arriba el equipo se ha quedado huérfano de gol. Los atacantes han cambiado sus colmillos de la temporada pasada por dientes de leches indefensos.
Una medular echada a perder por su edad y plagada de lesiones de larga duración como las de: Thiago, Henderson y Fabinho. Una línea que supera la treintena y que parece que los que llegan detrás no acaban de foguearse del todo bien.
Poca solidez defensiva que ha acabado haciendo aguas en la mayoría de partidos con unos fichajes que no llegan o no ahn acabado de convencer. Son el caso de Darwin Núñez, Gakpo y compañía que tampoco han conseguido dar ese salto de calidad esperado y que ha provocado que la sombra de Sadio Mané siga siendo gigantesca.
La solución que gusta en Liverpool
Por ello, Jürgen Klopp quiere terminar con todo ese espiral de críticas y arreglar dicha situación en verano. El Liverpool es uno de los equipos que luce con una buena masa salarial y para la siguiente ventana de fichajes le interesaría aplicarse a fondo con todos los nombres interesantes que le rodean.
Este es consciente del verano que se les avecina, y con una planificación en la que les ha salido rana, están obligados a hacer muchos cambios sino quieren repetir el fracaso el próximo año también.
El entrenador sabe que se juega el puesto, y a pesar que confiesa que la ciudad de Abbey Road es su sitio, su continuidad podría peligrar de seguir cuesta abajo sin frenos.
Los planes de Klopp
De esta forma, el técnico espera que su equipo ponga toda la carne en el asador para traer a Bellingham. Su principal valedor le considera como una pieza fundamental para la reconstrucción de un proyecto ganador. Por eso, parece que no escatimarán en gastos y la quiniela por llevárselo está bastante interesante.
Real Madrid y Liverpool se verán las caras en más de una ocasión antes de que acabe la temporada. Veremos quién se lleva la puja definitiva o cuántas veces más se verán las caras entre unos y otros. El reto puede ser apasionante.