Hace cuatro temporadas que Jude Bellingham debutó en el fútbol profesional y a pesar de tener 19 años, puede presumir de haber jugado en dos de las grandes ligas: la Premier League y la Bundesliga.
Ya cuando militaba en el Birmingham maravilló a medio mundo con tan solo diecisiete años y en Dortmund acabó por explotar. Ahora se ha convertido en el líder de su equipo y maneja el medio campo con gran sutileza. Lo hace todo bien.
Ya ha superado la cifra de los cien partidos como profesional y nada ni nadie parece que le parará. Su salida de Alemania y la llegada al Bernabéu, puede ser el siguiente paso en su carrera. El próximo escalón está más cerca y a pesar que las despedidas siempre duelen, lo agradecerá en la posteridad.
El próximo fichaje blanco es todo un caballero
En Planeta Real Madrid hemos querido viajar en el tiempo y navegar hasta ese trágico momento que tuvo que superar siendo todavía un niño. Se le venía el mundo abajo. En su despedida, se pasó casi media hora tumbado en el césped de la que había su primera casa, el St Andrew’s Stadium.
Allí meditó largo y tendido durante un buen rato. Primero dando una vuelta a las inmediaciones, luego sentado cabizbajo y finalmente tumbado en el verde llorando desconsoladamente. Se tapaba la cara de la vergüenza que le daba que le vieran así, de esa forma tan vulnerable.
El jugador no encontraba consuelo y se aferraba a pensar todo lo que se le vendría encima. Se vació por ese conjunto inglés que a pesar de jugar en la segunda división inglesa y ser un equipo mediocre, (quedaron en la vigésimo segunda posición de un total de 24) el chico logró jugarlo prácticamente todo.
En su honor, retiraron el dorsal 22 de la plantilla, un número que siempre ha llevado durante toda su trayectoria, y hasta le hicieron un monumento en los aledaños del estadio.
La trayectoria impecable de Jude Bellingham
Con tan solo 17 años, había asombrado al fútbol mundial. Un excelente año de Premier League, le sirvió para mobilizar su primera traspaso. Hasta 25 millones pagaron por él, catorce millones por encima de su valor de mercado en aquel entonces. Hasta el día de hoy su valor ha incrementado en el 80%, oscilando ahora sobre los 90 kilos. Se ha convertido en uno de los jugadores con mayor calidad.
Ahora se especula que el Borussia lo ha tasado en 150. Una cifra algo abultada, aunque nada descabellada vista las cualidades del jugador. Es el ritmo del fútbol moderno y con la disputa de un buen Mundial, su valor podría seguir incrementando hasta el verano que viene. Su equipo ha logrado clasificarse como segundo en Champions, por delante de otro equipo español como el Sevilla, al que los bailó con grandes actuaciones. Veremos hasta dónde llega su potencial.
Si en Birmingham armó todo aquello, veremos qué ocurre en su adiós del Borussia. Otro cambio radical que le dejará con el corazón roto. Un futbolista total.