Francisco Román Alarcón Suárez, conocido como Isco, sigue sin equipo después de haberse desvinculado del Sevilla en el pasado mes de diciembre de 2022. A la ciudad hispalense llegó tras acabar su contrato con el Real Madrid, en junio de 2022, y no haber renovado.
En Sevilla, pasó sin pena ni gloria. Tan solo logró un tanto oficial, en Champions frente al Copenhage, y no consiguió hacerse con la titularidad. Por ello, el club y el jugador acordaron su marcha, para que así en el mercado de invierno pudiese fichar por algún otro equipo.
No obstante, Isco no logró encontrar ningún proyecto acorde a sus pretensiones. Estuvo muy cerca de firmar por el FC Unión de Berlín, sin embargo, cuando ya parecía todo cerrado, se rompieron las negociaciones e Isco siguió en el paro.
Ahora, en verano, se ha rumoreado mucho que el jugador malagueño iba a recalar en las filas del Rayo Vallecano. Sin embargo, los de Francisco tampoco contarán con él finalmente.
Isco Alarcón se entrena para volver a competir. No lo hace desde noviembre de 2022. En los últimos 1.000 días ha jugado 62 partidos, pero solo 2.626 minutos.pic.twitter.com/kcoRUjhzzd
— Manu Heredia (@ManuHeredia21) July 11, 2023
Dos destinos muy distintos, dos proyectos antagónicos
Al parecer, Isco tiene ahora mismo sobre la mesa dos propuestas para la próxima temporada: una de España y otra de México. La española es de un equipo de Segunda División, pero que sí o sí debe pelear por subir a Primera: el RCD Espanyol.
Los periquitos quieren que Isco, junto a Darder, lidere el proyecto de retorno a la máxima categoría. Se trata de un fichaje muy positivo para los intereses del club, pero todavía no hay un acuerdo fijo.
La otra opción para el andaluz es marcharse a México, para jugar en el CF Monterrey, uno de los equipos más potentes del fútbol mexicano. Podría verse como un ‘retiro’, ya que pese a jugar para un grande de México, no es lo mismo que competir en el fútbol europeo.
Así pues, en su mano está la decisión de seguir vinculado a España, o marcharse hacia México.