Corría la final de Champions de 2018 y el Real Madrid y el Liverpool se medían en la final para conseguir coronarse como el mejor equipo de Europa en aquella temporada. El Real Madrid buscaba alzarse con su décimo tercera Copa de Europa y el conjunto “red” estaba preparado para ponerle el broche definitivo a una temporada fantástica.
Los ingleses estaban en un momento de forma excepcional. Sus tres atacantes: Salah, Firmino y Mané, formaban un tridente que daba mucho miedo. Los tres tenían una conexión espectacular que desmontaron todos los récords en aquella temporada.
Todo esto, dirigidos por un magnífico Jurgen Klopp como maestro de ceremonias de aquel fantástico equipo.
Actualmente el alemán sigue dirigiendo al equipo inglés y Zidane, el entrenador blanco, ya no está. Pero si algún jugador era del agrado del entonces técnico madridista, era el delantero senegalés, Sadio Mané.
Deseo expreso de Zidane
En la segunda etapa del galo como técnico madridista, pidió por todos los medios la incorporación del delantero ágil y determinante de aquel Liverpool de infarto.
Su poderío físico, además de la buena sintonía con el gol y su conexión especial con el esquema del 4-3-3, que practicaba también el Real Madrid, eran las condiciones tan especiales que veía el técnico de las 3 Champions.
Su fútbol era fantástico, tenía una velocidad de lince y el entorno del futbolista parecía haber aceptado el reto. Sin embargo, el fichaje no se acabó dando por las circunstancias económicas, las trabas del equipo al que pertenecía el jugador y la indeterminación en el Real Madrid para hacerle juego con su llegada.
El deseo de Zinedine quedó en el aire, pero de haberlo traído podría haber sido pura dinamita para el ataque blanco. Su precio por entonces rondaba los 150 millones, algo que era desorbitado para Florentino Pérez. El presidente consideraba que su precio, era algo elevado y que preferían esperar a otros futbolistas, como Mbappé.
Cambio de paradigma en la actualidad
La situación tres años después ha cambiado. El Liverpool ha perdido un poco el fuelle de ser aquel temible equipo y Mané ha bajado un poco su rendimiento. Ni Salah ni Firmino, sus acompañantes en la punta de ataque, han llegado a mantener ese nivel.
Por consiguiente, el precio del jugador también ha disminuido y ahora su valor de mercado ronda los 80 millones. Prácticamente la mitad de precio de lo que pudo valer, cuando Zidane se lo quiso traer.
La edad del futbolista es de 30 años, y aunque sigue siendo uno de los mejores jugadores mejor valorados, tanto de su equipo como de la Premier, actualmente las prioridades blancas ya son otras.
¿Qué hubiera pasado de su llegada a Chamartín? ¿Tendría hueco en el Bernabéu?