Todo el mundo se está haciendo la misma pregunta: ¿se ha acabado el mercado de traspasos para el Real Madrid con aún más de un mes para que concluya? La entidad blanca cerró los fichajes de Aurélien Tchouaméni y Antonio Rüdiger a principios del mes de junio, justo después de la final de la Champions del 28 de mayo.
Las incorporaciones del francés y el alemán han reforzado y mejorado la zona del mediocampo y la defensa, teniendo en cuenta que son dos de los mejores jugadores del mundo en sus respectivas posiciones. El ex del Mónaco y el ex del Chelsea completan un centro del campo y una zaga prácticamente insuperable por cualquier equipo del mundo.
No obstante, entre los aficionados madridistas surge una afirmación común: hace falta otro delantero para cerrar la plantilla definitivamente. Y es que, por el momento, no se habla de ningún otro movimiento por parte del Real Madrid. El mismo Carlo Ancelotti aseguró en la rueda de prensa previa a la gira por Estados Unidos, que no habrá ningún fichaje más de aquí al final del verano.
Scamacca, el posible ‘9’ tapado
Uno de los jugadores que han sonado últimamente para recalar en varios de los grandes clubes europeos es Gianluca Scamacca. El italiano milita actualmente en las filas del Sassuolo, donde ha completado una gran temporada en la Serie A marcando 16 goles en 36 encuentros. Tiene 23 años recién cumplidos y ya ha sido convocado por la selección italiana.
Sería una buena opción para reforzar la delantera blanca: un jugador joven, con una gran estatura (1,95 m), que le hace poseer un grandísimo juego aéreo y remate, y que aceptaría su rol de ariete suplente de Karim Benzema.
Sin embargo, en el club no ven con muy buenos ojos los escándalos que han protagonizado varios de los miembros de su familia. Su abuelo ha sido recientemente detenido por irrumpir presuntamente en un bar de un suburbio de Roma armado con un cuchillo y amenazando a algunos de los clientes. Se enfrenta a una acusación de posesión de arma, amenazas agravadas y resistencia a funcionarios públicos.
Y es que no ha sido el único familiar que ha tenido problemas con la justicia. El pasado mes de mayo, el padre del delantero se presentó en Trigoria, donde la Roma lleva a cabo sus entrenamientos, armado con una barra de metal. Acudió con una sudadera del Sassuolo y en las instalaciones se lio a golpes con algunos de los coches de la directiva. La prensa italiana señaló que había dañado los vehículos del director general Tiago Pinto, de De Sanctis y habría intentado abalanzarse sobre los coches de los entrenadores de las categorías inferiores.