Reece James es uno de los nombres que bajara la directiva madridista como futura incorporación para la próxima temporada. El club quiere contratar un lateral derecho de garantías para competirle el puesto a Dani Carvajal. Aunque confían en el canterano madridista, son conscientes de las constantes lesiones que ha ido arrastrando, especialmente en los dos últimos años, que le han apartado en muchísimos partidos.
El inglés es uno de los favoritos para reforzar esta posición. Es un futbolista muy rápido, versátil, con mucha tendencia para incorporarse al ataque, pero sin descuidar el aspecto defensivo. Ante el Real Madrid completó una gran eliminatoria, que ha hecho que, desde las oficinas del Bernabéu, se decanten más que nunca por su fichaje.
Sin embargo, todo apunta a que, en el caso de que James acabe jugando de blanco, no lo haría hasta 2023. Tiene contrato con el Chelsea hasta 2025, y un valor de mercado de 55 millones de euros, por lo que su compra se hará muy difícil que se ejecute en este próximo mercado de verano.
Sufrió un problema 'muy gordo' en su adolescencia
Reece James nació el 8 de diciembre de 1999 en Redbridge, un municipio situado en el área conocida como Londres exterior. Su padre fue también futbolista profesional, y le introdujo en el mundo del fútbol cuando solo tenía 4 años.
Cuando tenía 13-14 años, estaba a una hamburguesa de estar obeso. En esa época ganó mucho peso, y eso le hacía jugar con mucha dificultad en varios partidos. A veces no podía ni completarlos.
Su problema de peso estuvo a punto de hacer que su carrera terminase, pero le pusieron un entrenador personal y un nutricionista para controlar su alimentación. Gracias a esto, James se puso en forma y pudo brillar en las categorías inferiores del Chelsea, hasta llegar al primer equipo y convertirse en una de las grandes revelaciones de la Premier League.
El conjunto blanco le espera. Lo quieren para la próxima campaña o la siguiente. Y James estaría encantado de vestir la camiseta del 13 veces campeón de Europa.
