Gerard Piqué atraviesa, actualmente, por uno de sus peores momentos desde que es futbolista de élite. El jugador catalán completó una irregular temporada 21/22 y vio cómo su equipo no compitió en ningún momento para ganar ningún título, y cómo su máximo rival se alzaba con la Supercopa de España, la Liga y la Champions. Sin duda ha sido un año para olvidar para el bueno de Piqué.
El futbolista de 34 años ha sido más protagonista en los últimos meses por sus líos extradeportivos que por lo que ha hecho en el terreno de juego. Le habría llamado la atención hasta su propio entrenador y excompañero de vestuario Xavi Hernández, a quien no le gusta un pelo todo lo que rodea últimamente al central del Barcelona. Los fichajes de Jules Koundé y Andreas Christensen habrían sido un deseo expreso del entrenador azulgrana, ya que no sigue viendo a Piqué como el máximo jefe de la defensa culé.
Con las incorporaciones de los dos nuevos centrales y el tremendo progreso de Ronald Araujo, quien fue uno de los mejores jugadores blaugranas de la anterior campaña, hace pensar que Piqué podría no ser titular en el nuevo proyecto de Xavi y será relegado al banquillo. Una situación completamente nueva para él y que tendrá que asumir. No obstante, también debería reflexionar sobre todos los temas extradeportivos que le han perjudicado y le han llevado a ya no ser importante en el club de sus amores.
Las palabras de Piqué hace unos años que ahora le dejan en evidencia
Hace exactamente nueve años, en el arranque de la temporada 2013/2014 (que sería histórica para el Madrid por la consecución de la Décima) Gerard Piqué volvió a acordarse del conjunto blanco tras haber incorporado en ese mercado de verano a Isco Alarcón, Asier Illarramendi y Gareth Bale. “El Madrid está un año sin ganar títulos y se gasta 160 millones en tres jugadores: Illarramendi, Isco y Bale. El Barcelona no puede hacer eso. Sabemos que somos diferentes porque podemos competir con ellos sin tener que gastar ese dinero".
Unas declaraciones que ahora dejan en evidencia al central barcelonista. Como buen culé, Piqué siempre ha presumido de la Masía como la mejor cantera del mundo y afirmó que el Barça es cantera y el Madrid cartera. Solo hay que ver lo que ha hecho el Barcelona durante este verano para poder volver a competir con el Madrid. Con una deuda económica de más de 1.400 millones de euros, el club catalán se ha dejado 180 kilos en las contrataciones de Lewandowski, Raphinha y Koundé, más de lo que se gastaron los blancos en 2013.
Además, han podido gastarse ese dinero gracias a la aplicación de las famosas palancas, que les ha permitido obtener una buena fuente de ingresos a cambio de vender el 25% de sus derechos de imagen y televisión, lo que le ha hecho hipotecar el futuro del club. Una vez más, el central culé ha vuelto a retratarse él solo. Desde luego, no son buenos tiempos para el señor Piqué Bernabéu.