Cuando se habla en término de fichajes y llega un jugador nuevo a cualquier club, se tratan de contrastar muchas cosas: desde averiguar todos los montantes de la operación, hasta conocer detalles más secundarios como las primas por su fichaje…
Si de la incorporación sobre la que se debate es un jugador de la talla de Neymar, que además le pretendían varios clubes y las cantidades ofertadas no eran pocas, la noticia salta a la vista.
Uno de los grandes gestores del fútbol
Por ello quién debe tener todos los números por la mano es el presidente. Un jefe como Florentino Pérez, lo debe saber todo sobre ello. Al que consideran uno de los mejores gestores de clubes del planeta, ha pasado dos etapas dirigiendo a la entidad.
En su segunda, de la que todavía sigue en activo, lleva más de una década como tal. Han pasado muchos jugadores desde entonces, pero ninguno como la polémica que trajo el fichaje brasileño.
Pero el presidente habla poco, y suele ser bastante discreto en esto temas. Más todavía si el jugador del que se debate no es ni propiedad suya. Aunque nunca está de más preguntar.
El señorío de Florentino Pérez
De ahí que las veces que ha venido a programas como “El Chiringuito” o “Punto Pelota”, dirigidos por su amigo Pedrerol, siempre se ha prestado a aclarar todas las dudas que uno tenga. Florentino es casi una eminencia y poder disfrutar de él en una entrevista es algo mágico.
Una de las primeras que concedió a Josep, fue cuando el programa todavía pertenecía a la cadena de Intereconomía. Se llamaba por entonces con otro nombre al que conocemos ahora, pero las caras de tertulianos y colaboradores eran prácticamente las mismas.
Además, el día escogido para que viniera, coincidía con la presentación oficial de Neymar en el Camp Nou. Un día clave para analizar las claves de su fichaje y ponerle los puntos sobres las íes.
Carme Barceló, íntima del presentador, es uno de los ejemplos. Seguidora culé quiso meter cizaña con el entonces fichaje azulgrana, ahora actual delantero del PSG. En vistas de rastreárselo por la cara, y jactarse de haber traído a un fichaje de esas características, el máximo mandatario supo responderle de maravilla dejándole las cosas claras y transparentes.
Florentino siempre tiene una respuesta para todo
Con el señorío habitual del madridismo, la primera percepción del presidente fue felicitar al FC. Barcelona por el fichaje que acababan de conseguir. Pero la historia no queda aquí.
La trama Neymar acabó con un presidente azulgrana, Sandro Rosell, en prisión preventiva por tratar de blanquear su precio. Florentino ya lo advirtió que el coste se les iba muy arriba y les hacía imposible costearle. Esa operación, estábamos en el año 2013, hubiera afectado al ecosistema blanco según la versión de Florentino.
En esa negociación, siempre turbia había muchos actores: el club propietario, la familia, el fondo bancario del propio jugador que obtendría el 40% de la operación, además de sus salarios.
Una operación que estimándola a ciencia cierta hubiera alcanzado los 150 millones como mínimo, por los que el conjunto culé solo habría pagado 57. Sin duda, parecía que algo no acababa de cuajar o había un funcionamiento irregular de por medio.
El Real Madrid supo manejarse mejor que nadie
El tiempo le dio la razón al presidente y se descubrieron entonces, todas las tramas de aquella operación. Resultó ser todo una catástrofe y el eterno rival se vio envuelto en una gran polémica.
Se fueron a juicio e incluso se descubrió de la verdadera tapadera que se utilizó para traerlo. Acabaron pagando multas, más dinero y sanciones a todos aquellos que lo investigaron. En aquella temporada, el gran fichaje del Real Madrid, fue el de Gareth Bale.
A día de hoy, nunca se supo su precio y estaríamos hablando de uno de los grandes fracasos del fútbol. El conjunto de Chamartín hábil en sus negocios, ya rechazó hasta en tres ocasiones al jugador y supo moverse muy bien con estos jugadores conflictivos.
Ahora mismo son las cuentas merengues las que están saneadas y es el club catalán el que sigue sufriendo coletazos, quién sabe si de aquella fatídica operación.