Una de las grandes razones que llevó a Florentino Pérez a presentar el proyecto de la Superliga fue intentar crear una competición mucho más justa y donde se compita en igualdad de condiciones.
Clubes como el PSG, Chelsea o Manchester City parecen que pueden gastar todo el dinero del mundo y, aun así, jamás serán sancionados por la UEFA o ni siquiera recibirán un toque de atención.
El resto de clubes europeos están supeditados a las normas del máximo organismo europeo de fútbol con el Fair Play Financiero, pero estas entidades financiadas por estados multimillonarios juegan con otras reglas distintas.
El último gran enfado del presidente del Real Madrid con respecto a esto fueron los 120 millones de euros que pagó el Chelsea en el último día del mercado invernal por Enzo Fernández.
Y es que el club de Stamford Bridge, con estos 120 kilos invertidos por el mediocentro argentino, gastó un total de 330 millones de euros solo en el mercado de invierno. Y si sumamos el de todos los equipos de la Premier League, fue un gasto total de 640 millones de euros.
Florentino, indignado
Al enterarse de los 330 millones invertidos por el conjunto blue en invierno y los 640 de la Premier, Florentino Pérez dijo a sus hombres de confianza que así es imposible competir.
Tiene la sensación de que hay normas distintas para unos y para otros, que no existe una igualdad limpia en la competición. El Madrid tiene muchísimo dinero, pero jamás se han planteado gastarse esas cantidades dado a las normas financieras de la UEFA.
Además, Enzo Fernández era una de las opciones que manejaba el Real Madrid para el próximo verano si finalmente el fichaje de Bellingham no se pudiera llevar a cabo.
Pero ahora, con esos 120 millones que pagó el Chelsea al Benfica por el campeón del mundo resultará imposible y tendrán que barajar otros nombres para renovar el centro del campo.
"Si Enzo Fernández vale 120 millones... ¿cuánto cuestan entonces jugadores como Bellingham o Mbappé?", se deben de estar preguntando desde las oficinas de Chamartín.
Este tipo de cosas lo único que hacen es reforzar la idea de Florentino Pérez con respecto a la Superliga, una competición donde todos los clubes compitan en igualdad de condiciones y donde se acabarán con los privilegios de algunos y con el monopolio de la UEFA.