Tras cerrarse la última venta del mercado de fichajes, hay un nombre que ha sonado en recurrentes ocasiones para reforzar la delantera blanca, aunque sin mucho éxito. Mucho se ha hablado de Dusan Vlahovic, delantero de la Juventus y que la rompió con la Fiorentina en Italia.
El futbolista serbio no atraviesa uno de sus mejores momentos con su equipo recién sancionado y casi con apenas opciones de lograr algo grande esta temporada y las que vienen. Los casos de corrupción de la Vecchia Signora han tambaleado los cimientos del club y no sería extraño ver una fuga de talentos de forma inmediata.
La aparición de Vlahovic no cambia los planes
Uno de los que planea esta huida y que está en la rampa de salida es este delantero, habilidoso y con hambre de gol, que podría encajar en cualquier equipo. El Real Madrid estaría en la quiniela para llevárselo pero eso supondría un terrible dolor de cabeza para los planes a corto plazo del Real Madrid.
La cúpula blanca tantea el mercado con expectativas futuras para traer a grandes jugadores. En esa puja antes que el serbio ya se encontraban nombres como el de Haaland o Mbappé.
Muchos consideran que alguno de los dos terminará vestido con la elástica merengue y para que eso ocurra, el flujo económico del club debe ser amplio. Por tanto, si se cierra la operación de Vlahovic, se estaría destinando un dinero absurdo para preparar la llegada de los otros dos.
Los ojeadores madridistas valoran con buenos ojos la propuesta del entorno del futbolista, pero no pueden dejar escapar una oportunidad que se les plantea en los próximos mercados estivales.
El Real Madrid sabe lo que debe hacer
Hacerlo sería un error y cargarse toda la ilusión de la hinchada blanca que apuesta ciegamente por uno de los dos colosos delanteros, antes que por el de la Juventus que parte desde un segundo o tercer plano.
Además, Florentino también es consciente de la incorporación de Endrick dentro de dos años. La llegada de este punta cortaría su proyección y no serviría de nada su incorporación. Cabe recordar lo que ya ocurrió con Jovic, compatriota del delantero ofrecido al madridismo, y su procedencia no invita a pensar en buenos recuerdos.
Lamentablemente, el caso de Vlahovic pierde numerosas opciones, pero todas ellas tienen un precedente previo. La hoja de ruta del club es clara. El orden aquí sí que altera al producto.