No ha terminado todavía la temporada cuando hay quién todavía sigue tirando de hemeroteca. Últimamente se lleva debatiendo mucho sobre la posición del pivote. Una demarcación en la que desde la marcha de Casemiro se ha puesto en duda varias veces.
El sustituto, Aurelien Tchouameni, parecía ser el indicado para ocupar su sombra y el francés consiguió hacerlo con solvencia. Aunque su situación con la lesión que atraviesa, parece haber puesto de nuevo la incógnita encima de la mesa.
El vacío de Casemiro
Se probó entonces con Kroos y Camavinga. Una solución que ha surgido efecto con la incorporación de su compatriota. Pero hay algo que no ha dejado de preocupar a Florentino desde hace un tiempo. Se trata del caso de la salida del brasileño y el vacío que ha provocado con su salida.
Ahora el jugador triunfa en Inglaterra y parece que tras una primera adaptación, le ha sentado todo demasiado bien. En el Real Madrid vivía muy tranquilo y quizá era el que menos opciones tenía de salir.
La decisión de Florentino estaba tomada
Florentino se lo hubiera quedado todo el tiempo que hubiera querido, pero el jugador se sintió perseguido tras que el club le hubiera fichado a su competencia. A este parece que le sentó mal y se vio afectado por su situación.
Consideró, entonces, que su momento habría terminado y debería salir para acabar con honores su carrera. Al pivote todavía le queda tiempo de rodaje y posiblemente siga muchos años. Por eso el presidente nunca habría querido sacárselo de encima.
Son varios los nombres que lamenta Florentino, pero el fútbol en ocasiones también es demasiado cruel en algunos casos. De ahí a que se tomaran este tipo de situaciones. Aunque la premisa del club y la visión de todo madridista siempre pasará por no poner a ningún jugador por encima del club.