Eden Hazard afronta su cuarta temporada como jugador del Real Madrid. El curso anterior no fue muy diferente para él con respecto a los dos primeros. Siguió arrastrando lesiones y problemas musculares que le impidieron tener continuidad en el equipo. Y cuando estuvo disponible, Ancelotti apostó por otros futbolistas como Rodrygo y Valverde. Además, la explosión de Vinicius la pasada campaña, le cierra las puertas a poder jugar en su posición natural, que es la de extremo izquierdo.
Este inicio de temporada no ha sido tampoco muy diferente. Ancelotti apenas ha contado con él, disputando solo algunos minutos contra el Almería y el Celta de Vigo. Pareció ver un rayo de esperanza en el partido ante el Celtic, en el que sustituyó a Benzema por lesión y cuajó un gran encuentro. Sin embargo, el técnico italiano apostó por él como titular frente al Mallorca y volvió a ser inoperante.
Hazard prometió al madridismo que este iba a ser su año en la celebración de la Decimocuarta en Cibeles. Sabe que para que eso pueda ocurrir, tendrá que trabajar más duro que nunca. No obstante, se antoja muy complicado que el Hazard del Chelsea pueda regresar algún día. No hay que descartar que pueda ser aún un futbolista útil para el Real Madrid, pero que rinda al nivel de su etapa en el Chelsea es prácticamente imposible. La temporada es muy larga y todavía hay que esperar si Carletto le puede dar más oportunidades de aquí en adelante.
El fiasco del Barça con Griezmann fue mucho peor
El fichaje de Eden Hazard ha sido un rotundo fracaso para el Real Madrid. El belga aterrizó en el Santiago Bernabéu en el verano de 2019 como uno de los mejores futbolistas del mundo. Dejó Londres por la capital de España tras siete temporadas en el Chelsea, que recibió 115 millones de euros por su traspaso al conjunto blanco. La de su llegada a Concha Espina fue la única ilusión que despertó Hazard entre los aficionados madridistas.
Sin embargo, si lo comparamos con otros fichajes que se han llevado a cabo en los últimos años, el de Hazard no parece tan desastroso. Sin ir más lejos, el Barcelona fichó a Griezmann en ese mismo verano del Atlético de Madrid, a cambio de unos 120 millones de euros. El francés rindió a un nivel muy bajo, y tras dos temporadas regresó al conjunto rojiblanco. Coutinho costó 135 millones y también se tuvo que ir sin haber demostrado nada en todos sus años en el Camp Nou.
En el caso de Dembelé, que costó 125 kilos, procedente del Borussia Dortmund, no ha empezado a rendir en el Barça hasta el final de la campaña anterior. Fichajes que fueron más caros que el de Hazard, que han sido muy poco fructíferos deportivamente y que ha ayudado a que el Barcelona viva una de las peores crisis económicas de su historia.