Desde su llegada al Real Madrid procedente del Mallorca su fútbol ha estado lleno de altibajos. Primero cedido al Espanyol donde ganó credenciales para ilusionar al madridismo con su rescate. De vuelta a Chamartín, el delantero balear demostró estar al más alto nivel de los extremos europeos, llegando a ser una pieza muy importante en las dos últimas Copas de Europa conseguidas por el Real Madrid.
Sin embargo, una lesión grave le tuvo apartado de los terrenos de juego el tiempo necesario como para cortar su evolución. A Asensio le entró el miedo, no encaraba, no disparaba y, sobre todo, no aportaba valor añadido al juego del Real Madrid.
Las últimas actualizaciones en los valores de mercado lo sitúan muy por debajo de su mayor alza, 40 millones de euros frente a los 90 millones que hubiera costado en octubre de 2018, según Transfermarkt.
Pero para Carlo Ancelotti y Florentino Pérez el juguete aún no se ha roto. El mallorquín está volviendo sobre sus pasos y está cogiendo el nivel que tenía cuando le rompió el cuello a Ter Stegen en aquel clásico de Supercopa que ya queda lejos. Esta temporada ya le hemos visto a otro ritmo y, además, anotando goles desde fuera del área con ese golpeo tan característico que provocó que todo el mundo se fijara en el joven futbolista del Real Madrid.
La llegada de Mbappé lo ha puesto con las orejas de punta. Y quiere volver a su mejor nivel. Contra el Paris Saint Germain mostró ganas, pero le faltó finura en la definición. Carlo está apostando por él, pero Rodrygo no quiere perder la oportunidad de jugar antes de la llegada de Kylian.
Lo que es seguro es que Asensio está perdiendo los miedos de su lesión, se le ve otro estado de forma. Ahora encara y no da marcha atrás como hacía la campaña pasada. Se le necesita a su mejor nivel para este final de temporada. Veremos si es capaz de romper el molde y volver a ser uno de los jugadores con mayor proyección de Europa, pues hay que recordar que tan solo tiene 26 años.