La carrera de un jugador puede dar muchas vueltas. Así es la vida de un futbolista, motivo por el cual, se exige cada vez más el rendimiento sobre el verde a cada uno de ellos. Por este motivo, la formación es un proceso a tener en cuenta para evaluar la situación de un jugador y que de el salto al primer nivel.
La experiencia que uno obtenga, le servirá en el futuro para modular su forma de juego, habilidad, resistencia a las lesiones o efectividad de cara al gol. Detalles que cada vez miran con más mimo los clubes.
El posible fichaje del Real Madrid
Seguro que la carrera de Serge Gnabry es una de las más sonadas últimamente por el Bernabéu. Su explosión en el Bayern ha cautivado a la mayoría de sus seguidores, pero el jugador esconde una larga trayectoria antes de acomodarse en el mejor equipo germano.
Esta temporada ha sido su cuarta en Baviera, momento en el que ha podido llegar al fin de un ciclo. Una etapa sensacional para la evolución del futbolista alemán.
El teutón de 26 años, no lo ha tenido fácil. En la actualidad, ha conseguido unos números impresionantes, y otros equipos andan detrás suyo. Termina contrato al final de mes de junio, momento que podrá empezar a negociar con cualquier equipo.
Dicha oportunidad la puede aprovechar el Real Madrid, para cazar en mares revueltos. Tiene todas las papeletas de salir de su actual club y ya ha aplazado su renovación, motivo que hace pensar que su futuro está lejos de su país natal.
Los inicios de Gnabry: una carrera con muchas vueltas
Asentado desde la 2016/17 en Alemania, es hora de cambiar. El atacante pasó por numerosas ciudades en su juventud, en equipos de formación. Se incorporó en el TSV Weissach en plena infancia con apenas cuatro años.
Sus padres le inculcaron la cultura del deporte desde muy joven y así fue pasando de año en año. Sus cambios de club eran continuos, hasta llegar a las categorías inferiores del Stuttgart. Desde los cuatro hasta los 10 pasó por cuatro equipos diferentes: tras el primero, estuvo en el GSV Hemmingen, el TSF Ditzingen, SpVgg Feuerbach, para llegar finalmente al Stuttgart en el 2005/06.
Volteó gran parte de sus ciudades vecinas, pero dónde encontró una mayor estabilidad fue allí, en el equipo de su ciudad natal. Nada más que seis años, en las categorías inferiores del conjunto alemán. Con 16 años y con un cartel de jugador revelación, realizó su primer gran contrato. Fue vendido al Arsenal por 100.000 euros.
Su etapa en Inglaterra: el empujón para hacerse mayor
De esta forma, cambiaría de ciudad y se mudaría a Londres. Allí empezó a resaltar entre compañeros de un año más mayores que él, pero se divertía mucho. Su paso por el equipo gunner, fue evolucionando.
Primero, entró para jugar en las categorías inferiores y visto su nivel, el equipo le quiso foguear paulatinamente. Debutó con el primer equipo en 2013, con apenas 18 años. Fue el tercer jugador más joven en toda la historia del club en hacerlo: solo por detrás de Wilshere y Cesc Fábregas.
Su proyección no cesó y debutó en la Champions, jugando algunos partidos y anotando varios goles. Poco a poco entró en los planes de Arsene Wenger, aunque no acabó de cuajar debido a su juventud.
La rivalidad en un equipo histórico, era muy alta, y decidieron que saliera a foguearse fuera. Un año a préstamo en otro equipo inglés como el West Bromwich Albion, no le sirvió para demostrar su valía, ya que no contaron con él.
Esa experiencia le costará su despedida del club, ya que no ven que haya mejorado. El Werder Bremen, viene a por él. Se pagan cinco millones por su fichaje, en un momento que el jugador rondaba un valor de 2,5 kilos.
Debut en la Bundesliga y vuelta a Alemania
En su vuelta a la Bundesliga, debutará con el primer equipo con 21 años. A pesar de que aquella temporada su club no consigue unos buenos resultados, termina octavo fuera de los puestos europeos, él es una de las estrellas del grupo. Sus 27 encuentros con 11 goles y 2 asistencias, son el perfecto escaparate para que el Bayern de Munich se fije en él.
El equipo de Baviera había sido el campeón aquella temporada y cómo siempre trata de buscar el mejor talento de sus rivales. Firmará con el Bayern con una compra de 8 millones, la mitad de su valor en aquel momento, que eran 15.
Aunque las intenciones de su nuevo equipo, iban por otro lado. Le cedieron una temporada a otro conjunto de la Bundesliga, el Hoffenheim. Este pagó 1 millón de euros a préstamo por el atacante. Su nuevo equipo, había terminado cuarto, en puestos de Champions, un punto atractivo para el futbolista.
Consolidado como un jugador determinante
Gnabry se sentía importante y durante aquella temporada, a pesar de jugar los mismos partidos que la anterior, tuvo unos números similares: 10 goles y 8 asistencias. Había mejorado en su faceta sobre el verde y ya destacaba como un jugador diferencial. De no haber sido por la mala suerte con las lesiones, su potencial hubiera destacado mucho más.
Pero al club al que pertenecía, el Bayern, le bastó para que regresará a la siguiente temporada. En aquel entonces, el conjunto le renovó el contrato por tres temporadas, más una opcional. Momento que ha alcanzado su final, a pocos días que finalice su vinculación.
Trayectoria para enmarcar
Sus cuatro años en Munich han sido sensacionales. El delantero lleva 171 encuentros con 64 goles y 40 asistencias. Unos números de auténtico crack, que han llamado la atención de Florentino Pérez.
Veremos dónde acaba el jugador, pero año tras año, ha ido demostrando su nivel. Una carrera repartida en 10 clubes en total. Algo que coloca a Serge Gnabry con la experiencia suficiente dónde ha podido explotar su mejor nivel.