La selección brasileña ganó la pasada madrugada su primer partido clasificatorio al Mundial 2026 contra Bolivia por un contundente 5-1, con un doblete de Neymar, otro de Rodrygo y otro tanto de Rapinha.
Además, con este doblete, el delantero del Al-Hilal hacía historia al convertirse en el máximo goleador histórico de Brasil con 79 goles, superando así los 77 logrados por Pelé.
Rodrygo jugó un magnífico encuentro jugando en la banda izquierda por la lesión de Vinicius Jr. El que no mojó anoche, y ya van unos cuantos partidos sin hacerlo, fue Richarlison.
Sequía goleadora brutal
Richarlison fue sustituido en el minuto 70 del choque y acabó llorando en el banquillo, teniendo que ser consolado por sus compañeros y por el cuerpo técnico brasileño.
Y es que el delantero del Tottenham, que fue entrenado por Ancelotti durante su etapa en el Everton, está viviendo una sequía goleadora brutal, habiendo marcado tan solo un gol en lo que va de inicio de curso.
Además, la temporada pasada tan solo marcó 5 tantos en 35 partidos. Unos números muy pobres para un '9' de su nivel, que le cierran por completo la puerta al Real Madrid, que lo ha tanteado en los últimos años para reforzar el ataque.