Si hay algo que caracteriza a este equipo es que nadie deja de trabajar. Esto es un verdadero equipo y nadie pone en duda su profesionalidad. No hay ni descanso en vacaciones, para seguir engrandeciendo la leyenda de este club. Uno de los últimos ejemplos ha sido el caso de David Alaba, que ha tenido este peculiar encuentro con un futurible fichaje blanco.
Alaba y Gnabry hacen migas
El austríaco apura sus vacaciones y lo ha hecho de la mejor forma. Una comida con amigos para reponer fuerzas ha sido la clave y la energía que le faltaba al jugador para encarar la nueva temporada de la mejor forma.
Pero si hay algo que ha caracterizado al futbolista es el carisma y el empeño que le ha metido a este escudo. Como si se tratara de un capitán más, o llevara vida y media en el club, ha convencido a cualquiera.
Es la voz de Ancelotti cuando el balón echa a rodar. Todas las órdenes del italiano pasan por el central, que se atreve con cualquiera: llámese como quieras, si Benzema, Casemiro o Modric, que Alaba es capaz de corregirte hasta el último detalle.
David Alaba un jugador respetado y respetable
La afición le respeta y con tan solo un año en la entidad, ya se ha asentado como un titularísimo en la columna vertebral del equipo y ha hecho olvidar hasta su predecesor como Sergio Ramos.
Con estas cosas, tiene la potestad de ser un futbolista diferencial. Por ello, le hemos visto hasta seduciendo a excompañeros suyos. En una de sus últimas cenas que ha tenido le hemos podido ver muy bien acompañado. Además de sus íntimos amigos, ha habido un invitado muy especial entre todos ellos.
Se trata de Serge Gnabry. El alemán parece estar decidiendo su futuro, y con el Bayern de Munich a la vuelta de la esquina por su renovación, el jugador prefiere escuchar antes una propuesta diferente que le mantenga despierto en el sueño de seguir triunfando en el fútbol. ¿Pero qué hará el extremo?
Las necesidades del equipo son claras. Con Asensio en la rampa de salida, Gnabry sería un sustituto de garantías para esa banda diestra. Partiría casi de titular ya que la competencia por el puesto se la debatiría con Rodrygo. El germano de 26 años, entra en los planes deportivos del club. Jugador joven, con hambre de títulos.
¿El siguiente paso en la carrera de Gnabry?
Parece que el techo de la Bundesliga se le ha quedado pequeño. Necesita de grandes retos y sabe que en Chamartín lo puede conseguir. Desconocemos el contenido de la cena y la relación que guardan ambos excompañeros.
Pero si hay algo claro, es que parece que el zaguero no se habrá quedado callado. Veremos como evolucionan las semanas, pero la ilusión por su fichaje es real.
Varios clubes de gran nivel están en la pelea por llevárselo, pero cuando el Real Madrid canta, todos escuchan. El canto de sirena es imnotizador y saben que este tren no tiene muchas más paradas. La decisión del ahora o nunca ya está aquí.
Si Camavinga, Benzema o Mendy intervinieron por Tchouameni, ¿por qué no lo hará David Alaba? Este ya se ha ganado a cualquiera. Si hace buenas migas con el extremo tiene muchas posibilidades de acertar en su futuro. El Real Madrid le plantea un sueño, una ilusión con un proyecto deportivo inigualable. Veremos qué pasa.