Sorprende pensar lo rápido que evoluciona el fútbol. El contexto deportivo ha ido evolucionando a pasos agigantados y la papeleta de juntar a pequeños y grandes, veteranos e inexpertos en un terreno de juego se ha convertido en lo habitual en un terreno de juego. Cada vez son más las sorpresas que nos da el fútbol y es que el talento precoz de algunos futbolistas asombra nada más verlo.
Gvardiol es una potencia mundial
Es el caso de una de las sensaciones de este mundial y que ya le interesa a media Europa: Gvardiol. El central que juega en las filas del Leizpig, rival en la fase de grupos del Real Madrid, es compañero de equipo en la selección que de una auténtica institución como Luka Modric.
A sus 20 años, uno no le teme a nada. Tan solo lleva 17 encuentros con la absoluta a pesar de tener una evolución fantástica pasando por todas las categorías inferiores desde los 16 años.
Con solo 4 vio debutar a su referente en el fútbol croata, Modric, en 2006. Entonces el mediocentro tenía 20 y ya empezaba a asomarse la clase de jugador que es. Ambos se llevan 16 años, pero parece que lleven toda la vida jugando juntos.
Gvardiol y Modric dos pilares fundamentales
Ambos croatas son dos de los pilares fundamentales de la columna vertebral balcánica. El jugador que lo hace en una posición más retrasada que el mediocentro, es el escudero de esta selección. Aunque pronto también podría serlo de su equipo.
La proyección del chico es abismal. Ha aprendido de los mejores y sabe mejor que nadie lo que es pelear hasta el final. En esta andadura del Mundial, ha bailado con las más feas como: Brasil, Bélgica, o Marruecos que es la otra semifinalista. Esta noche les toca Argentina, pero parecen bastante confiados de afrontar el reto.