El jugador noruego, Erling Haaland, apenas lleva un curso en Manchester a las órdenes de Pep Guardiola. Este aterrizó en la Premier, en parte por el pasado de su padre que también jugo en el equipo citizen y aquello posiblemente fue determinante para que este se acabara decidiendo.
La llegada de Haaland al Manchester City
La propuesta económica del club sumado a que se convertiría en una estrella del equipo, hacían presagiar su legado en Inglaterra.
Otros clubes grandes como el Real Madrid también estuvieron en la puja, pero la explosión de Benzema en el mejor momento de su carrera, hizo dudar al delantero noruego con que no iba a tener las suficientes oportunidades. Pagar su ficha no iba a ser baladí y de ahí a que solo unos pocos accedieran a negociar.
Eso y que los blancos esperaban la confirmación de la llegada de Mbappé, acabó por zanjarlo todo. El hecho de focalizarse en el francés, provocó el despite con el delantero y ya no se pudo dar marcha atrás.
¿Cuánto costó su fichaje?
El mayor afortunado siguió siendo el City que finalmente acabó pagando mucho menos de lo que le pedían. Estos solamente desembolsaron cerca de 100 kilos (60 por el traspaso y 40 de comisiones para su agencia y sus representantes).
Este se ha colado como uno de los mejores pagados de plantilla y ya alcanza cerca de los 20 millones anuales, un sueldo muy similar al de Kevin De Bruyne. El delantero acabó firmando por un total de 3 años más uno opcional.
Su valor en aquel entonces era de 150 kilos, pero el club inglés solo tuvo que abonar la cláusula de rescisión. Iba para camino de culebrón del verano junto a Mbappé, pero rápido lo solventaron desde Inglaterra por la vía rápida. Fue de los primeros en anunciarse.
El negocio del Manchester City
Al Manchester City le ha salido rentable el negocio y es que el futbolista se ha colado como el máximo goleador de la Premier y tiene el hito histórico en toda la historia de la competición por haber sido el más anotador en una sola campaña, de la que restan todavía algunas jornadas.
La misión del madridismo es arruinarle su día de suerte y en eso estará pensando entre el bueno de Rüdiger y Alaba con Ancelotti, que les tocarse lidiar con la más fea.