La llegada del Thibaut Courtois al Real Madrid supuso un antes y un después en la portería blanca. El adiós de Keylor Navas suponía un gran vacío tras haber conquistado las tres Champions consecutivas de forma pletórica.
En un mercado en el que había escasos guardametas de nivel, los astros se juntaron para traer al gigante de dos metros en un fichaje Londres-Madrid. Courtois venía de hacer un gran papel en Stamford Bridge.
40 millones son los que se desembolsaron la cúpula de Florentino para fortalecer el proyecto merengue. Una inversión que ha merecido mucho la pena. Casi 65 millones es el valor que cuenta ahora el guardameta.
El caso de éxito de Courtois
Ya es considerado el mejor portero del mundo y en la última gala del Balón de Oro. Una clasificación histórica. Con 30 años, aun le quedan muchas alegrías por repartir.
El belga llegaba en un período clave de transición. Con una clara voluntad de seguir la estela de un auténtico muro, Thibaut tenía un gran reto por delante. Hacer olvidar a los tantos otros que habían pasado por su misma situación: Diego López, Casillas, Keylor...todos habían respondido a las mil maravillas.