A pesar de los muchos fichajes raros, extraños y malos que hay a lo largo de la historia de los clubes europeos, hay uno que llegó al Real Madrid en el verano de 2007 que no llegó a cuajar vestido de blanco. Se trata de Christoph Metzelder, quien llegó al Real Madrid libre tras acabar contrato con el Borussia de Dortmund.
Su aterrizaje en la Castellana generó gran expectación ya que venía de hacer una gran segunda vuelta con el equipo alemán, incluso ya había sido convocado por la Selección de Alemania. Pero si algo no tuvo Metzelder en el Real Madrid fue fortuna. Apenas cuatros meses tras su llegada tuvo una lesión que le condenaría para el resto de su carrera.
El alemán se rompió el tobillo y dos meses después se rompió el ligamento de ese mismo tobillo, lo cual lo apartó hasta final de temporada. Al curso siguiente ya recuperado no terminó por encontrar el tono necesario para desenvolverse en el Real Madrid y pasó más tiempo en el banquillo que en el terreno de juego. En total disputó 15 partidos repartidos entre Copa, Liga y Copa de Europa.
En su última temporada con el club merengue sus cifras rozaron el ridículo, estaba bien físicamente pero el técnico blanco no encontró ni lugar ni minutos para él. Jugó solo 3 partidos en toda la temporada, dos de Liga y uno de Copa del Rey y de vuelta a Alemania. Allí continuó jugando en el Shalke 04, equipo al que llegaría Raúl en el mismo verano y con el que se mantuvo tres temporadas más.
En los últimos tiempos se ha dedicado a entrenar equipos aunque saltó la noticia de que movía pornografía infantil cosa que reconoció y por la que pidió disculpas. Ahora cumple un régimen de libertad condicional, aunque no se descarta una temporada en prisión pues la investigación continúa abierta.