Muchos en el mundo del fútbol se han sorprendido de las declaraciones que ha dado Tchouameni, jugador en el que está interesado el Real Madrid, debido a que reconoce que va al psicólogo. Si bien esta faceta es para muchos una muestra de debilidad, para otros es una forma más de prepararse para poder triunfar en el fútbol de élite. Y es que la mente es para muchos expertos, casi más importante que el físico, dando por hecho que todos los futbolistas cumplen esta última faceta.
La otra, la de la mente es mucho más difícil de dilucidar. Es decir, cuando un jugador no puede con la presión se dice que juega mal aunque son pocos los que los relacionan con problemas mentales. Aurelien Tchouameni tuvo el acierto desde hace años de entrenar también la parte psicológica, lo que da la posibilidad de enfrentar grandes retos con una mentalidad muy fuerte. Sin embargo, para otros muchos esto es un reflejo de debilidad que puede restarle posibilidades para aterrizar en la Castellana.
Casos como los que tuvieron que soportar Robert Enke u otros muchos futbolistas son diferentes. El de Enke era un caso donde se combatía la depresión y no solo era por el fútbol sino también por haber perdido una hija a una temprana edad, esto fue el punto de inflexión. Tras consultar a varios expertos en la materia, este medio ha podido saber que cada vez son más jugadores los que tienen un preparador psíquico, comúnmente conocido como psicólogo. Es una de las últimas incorporaciones al fútbol actual.
Y es por este motivo es por el que cada vez son más los jugadores que, aunque no hayan llegado a la veintena, son capaces de soportar la presión de los medios, los aficionados y los resultados. Sin este trabajo que ya se da en el fútbol base sería muy difícil soportar dicha presión. Así es más fácil de entender por qué jugadores tan jóvenes como el propio Tchouameni parece que lleven toda la vida jugando a este deporte y es que lo que gira alrededor de él no tiene tanta importancia como la que él da a su fútbol.