Heung-Min Son logró con la selección surcoreana una histórica clasificación a los octavos de final del Mundial de Qatar. La República de Corea venció en la última jornada de la fase de grupos a Portugal 2-1 y dejó fuera a las selecciones de Uruguay y Ghana.
Es la tercera vez que el país surcoreano es capaz de superar la fase de grupos de la Copa del Mundo y jugar las eliminatorias. En 2002 consiguió incliso llegar a las semifinales contra Alemania.
Tras siete temporadas en el Tottenham y haber cumplido los 30 años, Son quiere probar nuevos retos en su carrera, y su gran deseo es jugar en el Santiago Bernabéu con la camiseta del Real Madrid.
Quiere ganar títulos, cosa que en el conjunto londinense no ha logrado hacer, y sabe que el catorce veces campeón de Europa es un gran sitio para hacerlo y tener mucho más reconocimiento a nivel mundial.
Carlo Ancelotti se mantiene atento, y es que la velocidad, técnica e instinto goleador del delantero son del interés del entrenador blanco, que vería con buenos ojos su incorporación a la disciplina madridista.
No obstante, su fichaje se antoja muy complicado por su edad y el alto precio que tendría que pagar el Madrid por un futbolista que no entra, en principio, en los planes de futuro del club.
Mientras se debate en el club blanco si ir o no a por Son, el surcoreano contó cómo surgió el festejo en el que hace un gesto simulando que está tomando una foto con una cámara.
"¿La historia de la nueva celebración? Solo fue algo random. Tenía que buscar algo diferente al de la temporada pasada, así que encontré la celebración de la cámara. No sé si la seguiré haciendo, pero ya veremos", apuntó Son.