No es nada nuevo que el interés del Bayern de Munich por Harry Kane va al alza a pesar de las pretensiones económicas del Tottenham Hotspur para dejarle ir. El club bávaro tendrá que pagar más de 100 millones para hacerse con sus servicios, algo que provocará de forma irremediable una salida de calado.
El club alemán, aquí lo nuevo, plantea ante su necesidad auto impuesta de firmar a Kane una venta como la de Alphonso Davies, la cual era un susurro a bombo y platillo. Nada más lejos de la realidad, el río sigue el curso del mercado. Si bien a principios de este verano ya se hablaba de la posibilidad de que Davies llegara en 2024 a Madrid, ahora parece que la compra de Kane la ratifica.
El negocio
El Bayern va a subir su oferta a 100 millones por Kane. Un esfuerzo económico brutal, el más alto de su historia. Tendrán que compensar en 2024 con una venta importante como la de Davies, que sigue sin renovar, y espera al Real Madrid, se entiendo de lo que dicen los periodistas más cercanos a la noticia como Fabrizio Romano.
Ocurre que en el camino se puede encontrar el Bayern con uno de esos enemigos que está dispuesto a casi todo por no ver felices a sus rivales. Y en ese sentido, no hay un club tan envidioso como el Paris Saint-Germain, ya no por lo de Mbappé o Kane, sino por su empleo de una prepotencia no justificada y tan repetida.
Ha pasado con Neymar, con Dembélé, con otros muchos y ahora puede que ocurra con Mbappé y Kane. Pero quizás eso es lo que deja al inglés, con otros principios, más cerca de la filosofía alemana que la mezcla entre la francesa y la catarí.
Kane se ha demostrado un tipo de club, y quizás al PSG le quedan algunas décadas para ir entendiendo que en esto del fútbol el dinero es solo una credencial, nada más. El Bayern tendrá que abrir puertas si firma al inglés y la de Davies quedó de par en par este verano, con unas declaraciones en las que su entorno ponía en valor las 14 Copas de Europa frente al reinado casi aburrido del Bayern en Alemania.