El Real Madrid se puso manos a la obra en búsqueda de delanteros desde el momento que Karim Benzema anunció su marcha a Arabia Saudí. Carlo Ancelotti tenía muy claro su favorito: Harry Kane, el cual encajaba a la perfección con la ideal del club, siempre y cuando el precio del traspaso fuese acorde a sus pretensiones.
La entidad merengue estaba dispuesta a pagar como precio máximo una suma de 80 millones de euros por el inglés. Sabían que sería complicado, porque Daniel Levy pedía más de 100 millones de euros. La prueba está en que el Bayern acabará pagando 120 millones de euros, siempre y cuando se cumplan los objetivos que activan los bonus.
Kylian Mbappé es la prioridad
Sin embargo, no fue el precio de traspaso el único factor que alteró el movimiento del Real Madrid. El hecho de que tenga 30 años y sea un fichaje difícil de amortizar también influyó mucho. Además, Kylian Mbappé se puso indirectamente en el mercado después de que se filtrase una carta en la que anuncia su no renovación con el PSG.
La estrella parisina tiene que llegar a un acuerdo con el PSG para poder salir vendido en las condiciones pretendidas por Mbappé. Es el jugador el que tiene la fuerza en la negociación, por lo que se espera que finalmente sea el club el que acabe cediendo. Tiene toda la pinta de que esto se alargará hasta los últimos días del mercado.