El Real Madrid siempre ha tenido algunos problemas para deshacerse de futbolista que por edad o por bajo rendimiento dejaron de ser aquello que fueron. Estos son algunos de esos futbolistas que beneficiaron al Real Madrid, no solo en lo económico, también en lo deportivo.
Cristiano Ronaldo
Es quizá el ejemplo más claro. Cuando la Juve se lo llevó el portugués tenía una estimación en el mercado de 100 millones, pero los italianos se rascaron la cartera hasta elevar la cifra a los 117 millones de euros. La chilena aquella temporada en Turín se convirtió entonces en la más cara de la historia, pues fue más un carpicho su llegada que una necesidad. Cristiano brilló en la Juve, pero lo que más brilló fue su salida. Ya había cumplido su ciclo en el Madrid y quería seguir teniendo un protagonismo que cada vez estaba más en duda.
Álvaro Morata
El chico de los sueños infinitos. Álvaro Morata ha estado siempre de un equipo para otro, lo que ha provocado que no se asiente en ningún club. En las arcas del Madrid ha dejado mucho dinero, 56 millones de euros en total. Su valor actual es de 30 millones y sus estadísticas esta temporada no son para tirar cohetes. El Madrid lo vendió en el momento justo y seguro que nadie se arrepiente.
Mesut Özil
Fue el primer gran baluarte de Cristiano pero se fue desinflando como los globos de cumpleaños al pasar los días. Su salida en principio fue una sorpresa, aunque siempre se le achacó cierta falta de compromiso. Su talento rebosaba el vaso de la elegancia, pero sus desapariciones en el campo y sus irregularidades le empujaron a la casilla de salida. El Arsenal se lo llevó por 47 millones mientras que su valor era de 40.
Robinho
El que parecía iba a ser heredero de Pelé se quedó admirando la corona del rey, pues nunca estuvo tan cerca como en aquel Cádiz Madrid en el que debutó. Tras aquel partido que hizo soñar al madridismo fue a menos, progresivamente. Tenía un talento a la altura de muy pocos jugadores en la historia, pero de él se conoce su apego a los bares de copas y las pistas de baile, algo que empezaba a chirriar en la directiva. Salió por 43 millones cuando valía 34. Su viaje a Machester fue un éxito para el Real Madrid.
Gonzalo Higuaín
Cuando Benzema y él compartieron vestuario parecía que el argentino tenía muchos más argumentos futbolísticos que el francés. Parecía, pero la realidad era diferente. Acabó un poco enfadado con el club pues a su parecer no recibió todo el respeto que merecía. Tras su marcha al Nápoles por 39 millones cuando valía 30, hizo buenos números, pero el sobrepeso y alguna lesión provocaron su caída de la élite de los delanteros. Si había que elegir entre Karim y él, ahora ya sabemos que el Madrid no se equivocó.
Danilo
El brasileño no duró mucho en la casa blanca, vino del Oporto y sus actuaciones en el Bernabéu provocaban un sonido desagradable en el Bernabéu. Un poco patoso con la pelota en los pies, su salida fue un acierto, pues dejaba la puerta abierta para la llegada de jugadores con más nivel que él.
Jesé
Sus aficiones por la juerga y el reggaeton le hicieron perder la atención en el fútbol. En la cantera del Madrid era una promesa, todo el mundo hablaba del joven futbolistas. Con el primer equipo no lo hizo mal, pero las lesiones y sus ansias de grandeza provocaron que se estrellara, el PSG pagó 25 millones de euros cuando valía 14. Lo despidieron por salir en televisión diciendo no sé qué de una de sus relaciones amorosas, en Paris lo tomaron como falta de profesionalidad.
Xabi Alonso
El anuncio de su fichaje por el Bayern le pilló a todo el mundo de sorpresa en el chiringuito. Todo el madridismo lo desaprobó, pero llegó Tony y... Al final su salida fue un acierto, no tanto por los millones que dejó sino por un relevo generacional. En el Madrid siempre será uno de los grandes ídolos.
Keylor Navas
Tuvo la difícil tarea de relevar a Iker Casillas, el resultado fueron tres Copas de Europa, pero el Madrid prefería a Courtois. El belga ya ha demostrado porqué Florentino tomó la difícil decisión de dejarlo salir.
Fernando Gago
Su fichaje fue un error, en las temporadas que estuvo no lo hizo bien. Vino para ser un Fernando Redondo, pero sus pases en profundidad aún se están esperando en Chamartín. El único parecido con Redondo, el pelo y el pasaporte.