Con la planificación de la plantilla a medio hacer de cara a la próxima temporada, es un buen momento para recordar aquellos magníficos casos de futbolistas que abandonaron la entidad: sea por un fin de ciclo que anunciaba un cierto bajón en su rendimiento, o una oportunidad de mercado que era muy golosa.
Todos ellos nos evocan a la época más reciente del club en la última década dorada. El Real Madrid es el equipo más laureado del mundo y eso se nota en la calidad de sus plantillas.
Su gestión deportiva luce por la excelencia de saber sacar el máximo provecho de todos los futbolistas que se han despedido del Bernabéu. Uno de los mejores equipos en revalorizar sus plantillas. Los títulos y los méritos deportivos de cada jugador, son una seña de identidad para que su precio se dispare.
En este capítulo todos recordaremos las salidas de diez de ellos.
Cristiano Ronaldo
El primero que gobierna este podio es el portugués, Cristiano Ronaldo. Uno de los fichajes más caros que le costó a Florentino, residió en el vestuario merengue durante nueve temporadas.
Aquí se convirtió en una verdadera leyenda y es el máximo goleador de la entidad. Si su llegada fue toda una revolución dentro del mercado, su salida evocó un nuevo paradigma.
Aún así, el José Ángel Sánchez y Florentino Pérez, lograron venderle por algo más de la cantidad con la que llegó y con un valor superior del que tenía tasado el jugador en el mercado. Su salida se certificó en 117 millones, por los 100 que valía y los 96 que costó en 2009. Una operación de auténtico genio.
Di María
Completa el podio el argentino. “El Fideo” es otro de los jugadores que dejó huella en el Bernabéu. A pesar de su escabrosa salida, por un desajuste entre las partes, a raíz de un aumento que pidió el futbolista que finalmente no se acabó dando, fue de las operaciones más beneficiosas a nivel económico.
Su salida fue repentina y sin tenerla prevista. Pero los 75 “kilos” que dejó en las arcas, por los 50 en los que estaba presupuestado, sirvieron para traer a otros miembros. Aquel traspaso no le sentó nada bien a Di María, que una temporada después volvía a cambiar de club.
Actualmente, el jugador está sin equipo y pretende volver a reengancharse a un grande. Lejos de Chamartín hace mucho frío y ese enfado le costó muy caro. Nunca volvió a ser el que era.
Álvaro Morata
Quizá uno de los jugadores más caprichosos de todos los tiempos. Un auténtico mercenario con muy buen agente detrás. Este le concede todo lo que pide y a pesar de tener un rendimiento cuestionable, ha acabado jugando en grandes clubes.
Un traidor que ha llegado a vestir la elástica colchonera, faltando el respeto al escudo de los vikingos. Salido de la cantera madridista, parecía ser el nueve prodigioso, pero su díscolo comportamiento y el ansia por jugar le llevaron lejos de casa.
Ocupa el podio de ser el canterano por el que más dinero se ha pagado por él. Ni más ni menos que 66 millones, los que pagó Abramovich para hacerse con sus servicios.
El valor del jugador era algo inferior, pero sus prestaciones de ser un prometedor delantero le bastaron a los blues, para que cambiara de rumbo. Florentino se frotaba las manos.
Mesut Özil
El alemán, un jugador muy talentoso, pasó cuatro años vestido de blanco. Se convirtió en el mejor socio de Cristiano y aliado de cualquiera. Tenía un guante en el pie. Llegó a poner el balón dónde quiso.
Su visión de juego era imparable y veía los pases dónde nadie los veía. Fue determinante en muchos partidos, pero como todo los sueños, un día se apagó su luz.
Desconocemos el motivo o su incertidumbre por frenar una proyección a la escala de pocos a su nivel. Mal asesorado por su entorno, se dejó llevar y precipitó su carrera en las manos de alguien que tan solo le desprestigió como jugador.
Cuando se quiso dar cuenta ya era demasiado tarde. Un error que le ha perseguido desde entonces y del que no se ha podido recuperar. Sin embargo, Florentino, siempre un paso por delante del resto, cerró una de las operaciones del mercado de 2014. Una operación cerrada en 47 millones, siete más del precio real del jugador.
Mateo Kovacic
Hay vida más allá de Modric, uno de los pocos jugadores croatas de este equipo. Hubo un tiempo en el que otro compatriota suyo le acompañó durante unos años en esta maravillosa aventura.
El pivote tuvo un papel más secundario, pero siempre que rindió, lo hizo a un gran nivel. La poca paciencia que tuvo, sumada a la ambición que tenía por jugar, le llevaron lejos de Concha Espina.
Su fichaje se cerró rumbo al Chelsea. Una plusvalía de 10 kilos que sirvieron para rentabilizar su fichaje. Uno de los jugadores más infravalorados del medio campo, salió por 45 millones. Seguramente, los minutos que le estén ofreciendo no serían los mismos que en la casa blanca, pero el caché es infinitamente incomparable.
Robinho
Un auténtico puñal por la banda izquierda. Llegó al club muy joven con las ganas de derrumbar el techo de su carrera muy pronto. Su desequilibrio y desparpajo le ofrecieron ser el joven prometedor que se quedó en el camino.
Su trayectoria se vio manchada con es firme decisión de abandonar el club por dinero. Los gigantes petrodólares empezaban a aparecer en primera plana y ya sondeaban a cualquiera con un fajo de billetes encima de la mesa. Robinho, salvando las distancias, parecía el Vinicius de la época.
Con la diferencia de que el actual atacante ya lleva las mismas temporadas en el equipo y su intención no es la de dejar el club. Al contrario viene para marcar una época.
43 millones le bastaron al jugador para cambiar de proyecto de la noche a la mañana. Su adiós, aparentemente dramático, fue bien encajado por los máximos responsable que rápido encontraron una solución.
Gonzalo Higuaín
El argentino, hombre destacado en la delantera, fue el último gran competidor de Benzema. Los próximos sustitutos deben fijarse en el trabajo de Higuaín, si quieren realmente jugar algunos minutos.
Era un fantástico jugador con mucho olfato goleador y grandes capacidades para ser la referencia blanca arriba. La pelea con el galo por el puesto de titular, acabó quemando al delantero que decidió emprender nuevos retos en su carrera.
Su salida fue una de las más sonadas del mercado. Cuando él decidió poner fin a todo, muchos no se creían que podía haber un jugador como él, demostrando ser un ganador con mucho criterio. Pero estos no sabían que vendría el bueno de Karim.
Sergio Reguilón
Uno de los últimos en salir y quizá el que tenía más soltura con el resto de sus ex compañeros. Otro de los canteranos con más proyección de los últimos tiempos.
No pudo suplir a Marcerlo, pero fue un refuerzo a tener en cuenta. El español se ha convertido en un titular de su actual equipo, ofreciendo un rendimiento fantástico. La suya fue una operación para aligerar masa salarial.
Se sacaron hasta 30 kilos por la operación. Una cantidad que podría verse recuperada, si buscan a un lateral zurdo. Conoce la casa, el idioma a los compañeros, entrenador... y sabe lo que le pide el club.
Marcos Llorente
El medio centro causó muy buena impresión en el año que se marchó cedido. El club trató de recuperarlo t el canterano respondió según lo esperado, pero su participación fue algo insuficiente para él, quién decidió salir para poder jugar.
Sus prestaciones tácticas y físicas le permitían jugar en cualquier equipo. El pivote tenía mucho recorrido y podía jugar en cualquier posición de la medular. Su talento con el balón le convertían en un jugador diferencial.
Pero su talento no fue premiado en el vestuario. Le dejaron salir, pero al equipo menos esperado: el Atlético de Madrid pagó su cláusula y se hizo así con sus servicios.
Pagaron unos 10 millones más de margen: de los 20 a los 30, para un jugador que todavía estaba por hacer. Para los de Chamartín significó una operación fantástica. Los colchoneros parecía que habían acertado, ya que su primera temporada como rojiblanco fue escandalosa, aunque aquello tan solo fue un espejismo. El Real Madrid siempre tiene la razón. Su evolución parece haberse estancado y ya no preocupa al club.
Al igual que también han entrado muchos, como hemos visto, también han salido otros. La importancia de todo esto es saber cómo vender. Un arte que puede presumir el madridismo, ya que cuenta con la versatilidad de adaptarse a cualquier situación de mercado y sacar tajada de allí.