Llevar el brazalete de capitán del Real Madrid es una señal de auténtico madridismo. Un jugador que merece tener unos galones, trayectoria, experiencia y compromiso con el equipo. Así es la relación que deberían tener todos los capitanes de este glorioso equipo.
Un gesto hereditario, lo podríamos llamar. El brazalete ha ido pasando de generación a generación durante mucho tiempo. En Planeta Real Madrid queremos recordar quién fue el primero de todos ellos en llevarlo puesto.
¿Quién fue Julián Palacios?
Si hacemos memoria, nos iremos hasta el año 1900 cuando Julián Palacios, decidió emprender esta responsabilidad. El madridista, nacido en la capital en 1880, también acogió el cargo de ser el primer presidente del Real Madrid. Llevar el brazalete significó un papel fundamental en el desarrollo sobre el verde. Él que entendía las normas mejor que nadie decidió asumir aquella responsabilidad.
Aunque en sus labores, no existiera ningún acta fundacional del equipo en los que quedara registrado. Julián Palacios Gutiérrez fue el fundador y primer presidente de la Sociedad Madrid Foot-Ball Club en 1901, actual Real Madrid. Sería la base de la posterior entidad edificada por él y los hermanos Carlos y Juan Padrós.
En la primera Junta General Extraordinaria de 1902, se nombró a su amigo y sucesor, Juan Padrós para consolidar todos los procesos burocráticos y administrativos para crear el mejor club de fútbol del mundo.
Una gran pasión compartida con sus amigos
Su gran pasión por el fútbol le empujaría a poner en marcha la creación del club blanco. Comenzó a interesarle este deporte con 20 años. El madrileño se reunía en la universidad, donde estudiaba Ingeniería de Minas, con un grupo de amigos ingleses.
El fútbol era el tema estrella de todas sus charlas. En Inglaterra, el fútbol ya estaba en marcha desde hacía unos cuántos años. Una vía de escape para dejar atrás el pesimismo creado por el desastre colonial de finales de siglo para los británicos.
Ayuda de muchos madridistas
Julián Palacios estaba casado con la hija de un famoso marmolista, de apellido, Estrada. Dicho apellido será significativo para lo que vendría luego.
Gracias a la buena relación que mantenían ambos y los dotes persuasivos de Palacios, consiguió que le cediera unos terrenos que servirían de escenario para dar los primeros pasos de la institución. El nombre de aquella parcela fue conocida como el "El Solar de Estrada".
Los primeros pasos del Real Madrid
Esta estaba ubicado en los Altos de Velázquez, en la confluencia con la calle de Ortega y Gasset. Aquel fue el primer terreno de juego dónde, jugadores con pantalones doblados por las rodillas, con las rodillas al aire y en camiseta, atentaban con el pudor de los transeúntes de uno de los barrios más adinerados de Madrid. Así descubrió la gente los orígenes de este deporte.
En el Campo de Estrada se jugaron los primeros partidos del equipo. El Real Madrid conocido entonces como Madrid Football Club, por la relación que tenía Palacios con sus amigos ingleses, empezó a disputar sus primeros encuentros en ese estadio.
Allí se mantuvieron encuentros hasta 1903, fecha del traslado de la entidad a la explanada junto a la plaza de toros de Goya, el actual Palacio de los Deportes. Un terreno que normalmente se utilizaba como escombrera, situada entre las calles Jorge Juan, Máiquez y Duque de Sesto. A día de hoy es la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Un equipo legendario
En el equipo disfrutaban todos, hasta el propietario de los terrenos de juego y suego del primer presidente del club. Julián Palacios había cumplido su sueño. Podría jugar a fútbol tal y como se lo habían explicado sus amigos extranjeros. Además, era el encargado de ordenarles sobre el verde.
Con su carisma, además de dirigir al equipo, también se consolidó como el primer delantero centro del equipo. La papeleta la mantuvo durante dos años. Se desconoce la cifra de goles que pudo marcar, pero todo hace indicar, que el éxito que tuvo fue rotundo visto el impulso en hacer de este club el equipo más grande del mundo.
Del primer capitán y presidente no se supo mucho más. Con la consolidación del Real Madrid, el madridista fue perdiendo protagonismo, pero gracias a él, el equipo de Chamartín es lo que es.