A este Real Madrid le quedan dos rivales por medirse, Cádiz FC y Real Betis, para terminar la actual campaña. El cruce se celebrará a domicilio, esta misma tarde a partir de las 19:30 en el Nuevo Mirandilla, como se le conoce al antiguo Ramón de Carranza.
Hace 35 años, en 1987, ambos equipos se cruzaron las caras en varias ocasiones. En concreto, fueron cuatro: los dos cruces ligueros y dos veces en Copa del Rey. Aquella temporada, el Real Madrid se proclamaría campeón de Liga y en su defecto, el Cádiz terminaría como último clasificado.
La tercera vez que se dieron cita fue en la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey. En el partido de ida en su estadio, el encuentro finalizó con un empate a cero en el marcador. Un resultado que dejaba el partido abierto para la vuelta, aunque los blancos partían como claro favoritos.
Así lo sentenciaron sobre el verde. En el Bernabéu no les dieron tregua y desde el minuto cuatro, el equipo dirigido por Leo Beenhakker, se había adelantado en el marcador por medio de Emilio Butragueño.
Goleada de escándalo en el Bernabéu
Aquel gol sería tan solo el primero de los seis, con los que el conjunto de Chamartín cerraría el encuentro por un 6-1 final y certificar así, su pase a la siguiente ronda.
El espectáculo estuvo servido durante todo el encuentro. Una amenaza constante la del equipo merengue, que no dejó respirar a los andaluces en ningún momento. Era muy difícil competir contra el madridismo.
En el Santiago Bernabéu se vivía una tarde jolgorio. La afición disfrutaba viendo lo que hacía su equipo y no dejó de animar en todo el transcurso del encuentro.
Los goles en aquel encuentro fueron bastante repartidos. A pesar del gol inicial de Butragueño, el Cádiz empató el encuentro de penalti a la media hora de juego. Pero Hugo Sánchez, materializó dos goles antes del descanso, que desmoralizaron por completo a los gaditanos.
De esta forma, les asestaron un golpe psicológico justo antes de la contienda del segundo tiempo, fue un partido tranquilo. En los siguientes cuarenta y cinco minutos los autores de los goles fueron: Pardeza, Míchel y de nuevo cerraba el marcador el “7”. Los dos últimos fueron muy seguidos y demostraron que el ritmo de juego de los madridistas estaba muy por encima.
La parroquia blanca se fue muy satisfecha a casa sobre todo por el auténtico golazo de “el Buitre”. La forma de jugar del joven atacante maravillaba a propios e impropios.
Su verticalidad, calidad técnica y desborde eran su principal arma de juego. El mirlo blanco que disfrutaba de su cuarta temporada en el primer equipo, ya completamente consolidado, fue el héroe del encuentro.
La cronología del gol de Butragueño: paso a paso
Su último gol, fue una obra de arte. En una jugada que empieza en su propio campo, los once jugadores de campo van combinando el esférico para sortear rivales. Cuando el balón llega a la altura del área, se lanza un centro al área que es rechazado por la zaga rival.
Pero el Real Madrid es un equipo que nunca se rinde, y dicho despeje, volverá a caer en el otro lado del campo, por la banda derecha. Es una jugada embarullada, que se alarga, en la que los jugadores amarillos, están compitiendo con uno menos por la expulsión de Generelo.
Pero este equipo no bajaba el ritmo, el balón le llegará a Michel, que la pone al área con mucha intención, pero es otra vez, escupido por uno de los centrales gaditanos.
Hay un jugador, el delantero blanco Hugo Sánchez, que pide una posible mano, pero el juego sigue. El colegiado deja seguir, y con un rechace que se queda en nada, aparece Butragueño para entrar en acción y pelear la jugada.
Corre el minuto 89’ de partido y Emilio no regala ni un ápice al rival. Con la posesión del balón, dos rivales le vienen a cubrir en zona, pero él muy hábil, consigue hacerles una elástica. Con este regate técnico se echa el balón hacia adelante, como le gustaba jugar a él.
La acción del juego llegará a la línea de fondo, y cuando parece que ya no le queda espacio para reconducir la acción, quiebra en dos ocasiones a una nueva marca y al portero. Todos se piensan que irá hacer el regate por dentro. Pero él se va por fuera, por la izquierda, pisando la línea de cal.
Cuando ha superado a Pedro Jaro, el guardameta, tan solo debe empujarla para dentro y hacer historia con uno de sus goles más especiales. Qué forma de regatear, de dejar atrás a sus rivales.
En la celebración de gol todos sus compañeros le arropan, hasta los rivales quedan atónitos que le dan hasta una colleja, por la diablura que acaba de cometer. Un jugador que marcó una época en el Real Madrid.
Un chico tranquilo, sin alardear de nada y que se comprometía con lo que estaba haciendo sobre el verde. Su magia seguiría creciendo año tras año, siendo un jugador determinante y fundamental en el equipo.
Buena actuación en Liga
Aquella temporada tuvo muchas innovaciones. Los seis primeros participaron en un play-off para conquistar la liga, muy parecido a lo que ocurre actualmente en la Liga Smartbank para ascender a primera.
Una vez terminadas las 34 jornadas por entonces, esos seis equipos jugaron una liguilla a doble partido entre ellos. El Real Madrid no perdió ninguno de sus cinco partidos y tan solo concedió dos empates ante Espanyol y FC.Barcelona.
Por su parte, los gaditanos no acabaron descendiendo. Como novedad, se aplicó una liguilla entre los tres puestos de descenso para ampliar en la siguiente temporada la competición doméstica: de 18 a 20 equipos. Quién acabó descendiendo fue el Racing de Santander, penúltimo clasificado.