La retirada de Mesut Özil ha dejado entrever numerosos recuerdos infinitos que nos dejó el talentoso futbolista sobre el verde. Su paso por el Real Madrid significó uno de los momentos más especiales de su carrera y posiblemente cuándo lució su mejor estado de forma.
Este vivió cerca de los 200 partidos como madridista repartidos en tres temporadas. Sus números y registros dejaron muy bien sabor de boca e incluso a muchos les extrañó su marcha. Hasta el propio futbolista reconoció haber llorado tras su marcha del Bernabéu.
Lejos de este estadio hace mucho frío y es que jugar en uno de los mejores equipos del mundo, deja huella. Su adiós se podría explicar a raíz de una mala gestión y un asesoramiento catastrófico de su agente. Su padre, parte fundamental en su carrera deportiva, priorizó el dinero antes que otros valores que respiraba el club.
Laas exigencias del entorno del jugador
Por ello, la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el presidente, al que se le pedían unas cifras estratosféricas, acabó por rescindir su contrato. El Arsenal puso los 50 millones sobre la mesa y rápidamente pusieron rumbo a la Premier dónde empezó su declive, a pesar del buen tirón inicial.
“Los gunners” no era club para él y el status de los de Wenger le hacía bajar el listón a varios escalones por debajo de la exigencia madridista. Su traspaso se hizo en las acaballas del mercado de verano, cuando ya nadie esperaba nada.
A este, su entorno le acabó engañando, visto que le hicieron ver que el entrenador ya no contaba con su confianza. El rifirrafe con Mourinho era real, con aquel capítulo de la camiseta de Ramos, pero aquello no evidenciaba ningún síntoma más allá de tensiones de un vestuario.
Los motivos de la salida de Mesut Özil
Las llegadas de Isco o Bale, se las tomó como una amenaza e interpretó que no tenía cabida en el equipo. Ancelotti, quién fue el siguiente en llegar, se conformó con su salida ya que entendía que nadie deseaba irse del Real Madrid con aquellas formas.
No tenía motivos. A Özil le hincharon la cabeza y es que el volante ofensivo acabó jugando todo en su última temporada como merengue. 52 encuentros entre las cuatro competiciones disputadas, anotando 10 goles y repartiendo 25 asistencias.
De aquella, acabó siendo el tercer jugador más utilizado con más minutos, solo por detrás de Cristiano Ronaldo o Xabi Alonso. De haber seguido, su futuro posiblemente hubiera cambiado y de qué manera: uno de últimos juguetes rotos.